El repunte de las perspectivas de inflación, el propio incremento desde mínimos del IPC subyacente o de los salarios, así como la mejora sincronizada de los indicadores de actividad económica y las previsiones de beneficios empresariales, llevan a BlackRock Investment Institute a afirmar que “la reactivación está adquiriendo dimensión global”. Así, la firma reitera, en sus previsiones para el segundo trimestre que acaba de arrancar, que esta temática, por la cual se sobreponderan valores cíclicos, “aún tiene recorrido, especialmente más allá de Estados Unidos”. Para los expertos de BlackRock, “los rendimientos a escala mundial aumentarán más, pero de forma limitada: la Reserva Federal (Fed) probablemente aumentará sus tipos de interés gradualmente, y las dinámicas estructurales, como el envejecimiento de la población, nos mantienen anclados a un mundo de bajas rentabilidades”. En este contexto, consideran que los inversores “deben ir más allá de las exposiciones generales a la renta variable y la renta fija para diversificar sus carteras, e incluir asignaciones basadas en factores e instrumentos alternativos”. Con todo, en la dicotomía tradicional, BlackRock prefiere Bolsa a deuda, “y ciertos títulos corporativos frente a la bonos soberanos”. Dentro del equity, asimismo, “priorizamos los valores europeos y japoneses. Creemos que los títulos de valor, como los financieros, se beneficiarán del aumento de los rendimientos”. Se declaran neutrales respecto a Wall Street, “debido a las elevadas valoraciones y al riesgo de que las previsiones sobre la reforma fiscal y la flexibilización normativa sean demasiado ambiciosas”.
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