En plena pandemia, tres ingenieros electrónicos —Isabel García, Adrià Roca y Gerard Pinar— se encontraban trabajando en un proyecto de reutilización de dispositivos cuando vieron miles de tabletas en residencias… sin que los usuarios consiguieran utilizarlas solos.
La imagen les marcó: la tecnología podía comunicar, pero muchas veces no estaba pensada para quienes más la necesitaban.
Así nació Bleta en 2021, con la misión de crear hardware y software accesibles para personas mayores. En su oferta: una tablet con iconos grandes, sistema operativo sencillo, menús claros; y una app que adapta móviles y tablets Android a perfiles con menos experiencia digital.
Negocio con propósito
Lanzaron la tableta, arrancaron ventas en residencias, administraciones y particulares. Bleta vende ya más de 2.000 unidades y prevé facturar medio millón de euros este año. Paralelamente, la app gratuita acumula más de 170.000 usuarios en más de 20 países.
En cuanto al impacto, Bleta no sólo apunta al mercado: reduce aislamiento, aumenta autonomía digital, fortalece vínculos familiares. Su última iniciativa —una guía gratuita de siete claves para proteger a mayores frente a fraudes digitales— muestra que también trabajan en la cultura digital, no solo en el dispositivo.
Mirando al futuro, Bleta pretende ampliar su presencia, aumentar descargas de su app, y escalar internacionalmente. Su objetivo: que ninguna persona mayor se quede fuera de la conversación digital.