Las bolsas europeas han visto cómo sus números se tiñen de rojo después de que China decidiera aumentar los aranceles a los productos estadounidenses. El anuncio de Pekín sobre el incremento de estos aranceles del 84% al 125% ha tenido un impacto negativo en los mercados financieros en el viejo continente. Al principio, los mercados habían arrancado con un aumento cercano al 1%, pero el clima comercial tenso ha dado un giro inesperado a esta tendencia.
Una hora después de abrir, la Bolsa de Milán ya mostraba una caída del 1%, seguida de Fráncfort con un descenso del 0,92%. Otras plazas como París, Madrid y Londres también se dejaron llevar por la corriente, con retrocesos del 0,53%, 0,47% y 0,07%, respectivamente. El índice Euro Stoxx50, que recoge a las principales empresas europeas, caía un 0,61%.
A mediodía, solo IBEX35 y Londres había recuperado el color verde, rozando una subida mínima que puede cambiar en cualquier momento.
En cuanto a la divisa, el euro se ha fortalecido frente al dólar un 1,67%, acercándose a 1,14 unidades, niveles que no se veían desde hace tres años. Este impulso de la moneda europea se produce en un contexto de incertidumbre global, donde los inversores tienden a buscar refugio en activos que se consideran más seguros. Y no solo eso, sino que el oro también ha alcanzado un nuevo máximo histórico, cotizando por encima de los 3.227 dólares por onza.
Sin embargo, el mercado del petróleo muestra una estabilidad notable. El barril de Brent, referencia en Europa, ha subido un 0,08 %, alcanzando los 63,28 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) ha incrementado un 0,12 %, para situarse en 60,15 dólares. Estas ligeras variaciones se producen antes de que se inicie la apertura oficial del mercado petrolero, evidenciando una tranquilidad en este sector pese a las tensiones comerciales que nos ocupan.
Por su parte, el bitcoin, ha visto su valor aumentar casi un 2 %, situándose en 81.383 dólares. Esta revalorización encaja dentro de un contexto donde los inversores buscan diversificar sus carteras, especialmente ante la inestabilidad provocada por las tensiones entre China y Estados Unidos.
China ha dejado claro que ignorará los aranceles adicionales que imponga Estados Unidos a partir de ahora, lo que podría intensificar aún más este conflicto comercial. Este tipo de medidas proteccionistas, implementadas por ambas naciones, generan una ola de incertidumbre sobre las futuras relaciones económicas y la estabilidad de los mercados a nivel global.
En definitiva, el aumento de los aranceles chinos ha dejado una huella significativa en las bolsas europeas, subrayando cuán sensibles son los mercados a las tensiones comerciales internacionales. Este escenario pone en relieve la necesidad de un entorno económico estable para el desarrollo de las actividades bursátiles en Europa y más allá.