El año 2020 ha puesto de manifiesto que la inversión ESG o sostenible, lejos de ser algo aislado y desvinculado de la rentabilidad, ha sido una clara tendencia del mercado. Y es que parece que la pandemia por Covid-19 nos ha mostrado más que nunca la necesidad de transformar nuestras inversiones en proyectos para crear un mundo mejor.
Por ello, y con el fin de analizar los efectos del cambio climático (una de las problemáticas más combatidas por reguladores y empresas en el ámbito de la ESG) en las inversores y por sectores, Aberdeen Standard Investments ha profundizado en ello.
Para su Jeremy Lawson, economista jefe de la gestora, y en un contexto donde como señalamos la lucha contra el cambio climático está ganando peso, “el impacto del cambio climático sobre la rentabilidad de la renta variable global agregada (índice MSCI World) podría ser bastante moderado”.
Y aunque ese 2% podría parecer insignificante, desde la gestora apuntan a que la cifra del impacto del cambio climático varía. “Nuestros efectos estimados a «escala mundial» o agregados enmascaran variaciones mucho mayores entre sectores, subsectores y, especialmente, empresas individuales. A una escala más amplia, esto refleja en gran medidadiferentes exposiciones sectoriales y empresariales a los cambios proyectados en la demanda y los costes del carbono”, entiende Lawson para añadir: “Creemos que la amplia dispersión potencial en los resultados relacionados con el clima debería ser de gran interés para los inversores activos.
Ganadores o perdedores, en función del sector
Fuente: Aberdeen Standard Investments
Pero no solo esos dos, sino que el análisis de la gestora identifica una serie de lo que llaman “ganadores resilientes” que ven mejoras de signo positivo en la mayoría de los escenarios. “Dos ejemplos de esto son los fabricantes de componentes y equipos eléctricos y los fabricantes de semiconductores. A estos subsectores les va bien, ya que son una parte clave de la cadena de suministro de energía baja en carbono, por ejemplo, como productores de paneles solares y chips utilizados en vehículos eléctricos”, aclaran.
Fuente: Aberdeen Standard Investments
Mayores diferencias entre compañías
El experto lo ejemplifica dentro de servicios públicos, donde un efecto positivo promedio del 18% enmascara deterioros negativos de hasta el 65% y, en algunos casos, los deterioros positivos superan el 100%. “Esta amplia variación refleja el hecho de que, dentro del amplio sector de servicios públicos, los modelos de negocio individuales difieren enormemente”, aclaran.
La clave: comprender los modelos de negocio para evitar riesgos
Desde Aberdeen Standard Investments subrayan que, ante la variación de resultados de su estudio a la hora de enfrentarnos a los riegos derivados de la lucha contra el cambio climático, se hace necesario comprender los modelos de negocio de las empresas por las que apostemos con el fin de minimizar riesgos.
“Esto incluye la forma en que las empresas se están preparando de manera creíble para la transición energética hacia emisiones de carbono cero neto en sus estrategias de negocio”, adjuntan para añadir que también existen algunas oportunidades de tipo sistemático para las estrategias de inversión que se inclina hacia los ganadores de la transición climática y para las carteras temáticas de soluciones climáticas.
1970-01-01 00:00:00