Brasil podría duplicar el número de empleos industriales hasta 2050 si acelera la producción nacional de vehículos eléctricos, según un estudio publicado por el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El informe destaca que el contenido nacional en la cadena productiva, especialmente en la fabricación de baterías, será determinante para el impacto laboral y económico del proceso de electrificación.
Además, señala que la capacitación técnica en electromovilidad será clave para garantizar una transición energética justa y una reindustrialización con bajo impacto ambiental.
En un escenario favorable, el valor agregado de la industria automotriz crecería un 85% respecto al modelo actual. Los nuevos empleos se concentrarían en sectores como ingeniería, logística, comercio y fabricación de componentes eléctricos, mientras que se anticipa una reducción en actividades ligadas a combustibles fósiles y agroindustria.
El estudio advierte, sin embargo, que sin una política activa de fomento a las exportaciones, Brasil podría perder hasta un 14% del potencial de empleo asociado al vehículo eléctrico. Aun en ese escenario, la creación neta de empleo sería un 88% superior al modelo actual.
Brasil es hoy el octavo mayor productor de vehículos del mundo, con 2,5 millones de unidades fabricadas en 2024. Aunque ninguna automotriz produce aún eléctricos puros en el país, varias marcas han anunciado inversiones.
La china BYD ha inaugurado un complejo industrial con fábricas de vehículos eléctricos y baterías en Bahía. GWM planea ensamblar eléctricos e híbridos en São Paulo, y Volkswagen prevé lanzar modelos híbridos flex a partir de 2026.
Otras marcas como Stellantis, Renault y CAOA Chery ya comercializan vehículos eléctricos e híbridos ensamblados en Brasil, aunque con componentes mayoritariamente importados.