Brexit, lastre para el crecimiento de Chile

Tras corroborar que la actividad económica del país había crecido en abril 0,7% -muy por debajo de las expectativas previas de 1,6%-, el Banco Central de Chile recortó a inicios de junio su proyección de crecimiento para 2016 a un rango de 1,25% a 2,0%.

El cálculo anterior, de marzo, era cerrar el año con una expansión de hasta 2,25%. Para ello, la entidad confiaba en que la inversión aumentaría un 0,5%, aunque señalaba en su informe una preocupación por "el bajo dinamismo de la inversión minera", principal fuente de recursos del país.

Cambio de marcha

En la primera semana de junio, el presidente del BC, Rodrigo Vergara, fue al Senado para exponer un nuevo pronóstico: la inversión caería un 2,4% este año. "Las perspectivas para el año anticipan que la economía continuará creciendo por debajo de su potencial", declaró Vergara, tras ese radical cambio de escenario.

Ahora, tras la agitación en los mercados provocada por el Brexit, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdes, dijo que el país "está bien preparado" para las turbulencias internacionales y que no será necesario "una reacción fiscal respecto de lo que está pasando en Europa".

Estudios de BTG Pactual Chile, Scotiabank Chile e Itaú Chile, entre otros referentes del mercado, coinciden en que la volatilidad traída por la votación británica durará al menos todo el segundo semestre. En tal circunstancia, el BC mantendría los tipos de interés de referencia (3,5%) por un período más prolongado o podrá incluso bajarlos.

Analistas citados por el diario local La Tercera sostienen que el crecimiento continuará reducido este año y que podrá caer aún más en 2017. El Brexit "es un golpe a la posibilidad de crecimiento del mundo", dijo el académico Alejandro Alarcón, que estima para Chile una expansión del 1,2% en 2016 y un resultado "más evidente" en 2017.

Desaceleración moderada

En el auge de las materias primas, Chile presentó altas tasas de crecimiento, principalmente entre 2010 y 2012, cuando se mantuvo entre 5,5 y 5,8%. Comenzó a desacelerar a partir de 2014, cuando cayó a 1,9%, y avanzó un 2,1% en 2015.

La frenada se debe principalmente a un retroceso de inversiones en el sector minero, su principal fuente de recursos, en un contexto de caída general de las materias primas. El Banco Mundial preveía, en marzo último, que la desaceleración de este año resultaría en un crecimiento de hasta 1,9%.

Ante la perspectiva de un nuevo retroceso en las inversiones, el BC habla ahora de prudencia para las proyecciones. "Por suerte, tenemos una macroeconomía ordenada y eso nos hace más resilientes a esos shocks", concluyó, no obstante, el ministro de Economía.

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