Las empresas que tienen su actividad en Europa deberán andarse con cuidado a la hora de fundar sus relaciones con otras entidades. Recientemente numerosas corporaciones han sufrido sanciones rigurosas por violar la competencia en el viejo continente, además de por abuso de una posición dominante dentro del mercado. Bruselas se ha revelado como una entidad severa ante los excesos de las empresas. El último caso es el de Qualcomm, una empresa dedicada a la fabricación de componentes para móviles. Se trata de una compañía de origen estadounidense que deberá pagar una multa de 997 millones de euros por abuso de posición dominante. La infracción de este fabricante es el de eliminar la competencia por medio de pagos a Apple para asegurarse de que solo utilizara sus componentes, según afirma la Comisión Europea. La de Qualcomm es la tercera multa más elevada a una única organización, un dato revelador si tenemos en cuenta que las sanciones más altas han correspondido a casos de abuso de posición dominante, con otras características comunes como su dedicación al sector tecnológico o su procedencia. La segunda multa más alta impuesto por Bruselas apunta a Intel, con un total de 1.060 millones de euros, si bien la sanción está suspendida hasta que se examinen las alegaciones de la empresa norteamericana. 
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