La Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag) ha aprobado este martes una reforma constitucional de amplio alcance, que establece un fondo especial de 500.000 millones de euros. Esa partida, prevista para los próximos 12 años, se dirigirá a modernizar infraestructuras en deterioro y a fortalecer la protección del clima.
La iniciativa, presentada hace unos días por el canciller electo, Friedrich Merz, además pone fin a la estricta limitación de deuda que impedía superar un déficit público anual del 0,35% del PIB.
En ese mismo contexto, la reforma permite que el gasto en defensa rebase el 1% del PIB poniendo fin a las restricciones impuestas por el freno a la deuda. Con 513 votos a favor y 207 en contra, el Parlamento alemán ha alcanzado la mayoría reforzada de dos tercios necesaria para modificar la Constitución. La aprobación se consiguió gracias a un pacto entre la CDU/CSU, el SPD y Los Verdes.
Además, se ha incorporado en la Constitución el objetivo de conseguir la neutralidad climática en 2045, con lo que se reafirma el compromiso estatal con el entorno natural. Friedrich Merz, líder de la CDU, afirmó que «incluir en la Constitución la protección del clima, no implicaba nada nuevo», indicando que «desde hace 30 años, la protección de los recursos naturales ya está en la Carta Magna y el Tribunal Constitucional ha determinado que ello incluye el clima».
El paquete también contempla la entrega de otros 100.000 millones de euros a los estados federados. Estos, que antes debían sostener un déficit cero, ahora podrán elevar su déficit hasta el 0,35%, equivalente a lo permitido para el Estado central, siempre y cuando el Bundesrat ratifique la reforma el próximo viernes.
El freno a la deuda, introducido por Merkel en 2009, comenzó a aplicarse al Estado central en 2016 y a los estados federados en 2020. Se instauró con el fin de contener el gasto público tras la crisis financiera en Europa, y ha sido considerado un pilar de la estabilidad económica alemana. No obstante, algunos sectores lo han criticado por ser un obstáculo a las inversiones en infraestructura y tecnología.
Durante los últimos años, el SPD y Los Verdes han abogado por reformar el freno a la deuda. La ruptura de la coalición encabezada por Olaf Scholz en 2024 se produjo, en parte, por la negativa del Partido Liberal (FDP) a suavizar dichas restricciones para impulsar inversiones de calado.
Finalmente, pese a la resistencia inicial de la CDU/CSU a cualquier modificación al freno a la deuda, las conversaciones con el SPD derivaron en un acuerdo sobre la necesidad de ajustar la norma. El cambio busca atender prioridades tanto en defensa como en proyectos de infraestructura, previendo las necesidades futuras de la nación.