Cabeza fría, aranceles calientes

Mientras expertos de todo el mundo advierten de la posibilidad de una recesión económica global, la UE busca negociar con EE.UU.
Sede de la Comisión Europea Sede de la Comisión Europea
European Union, 2024

Durante la reunión de ministros de Comercio de la Unión Europea (EU) de la tarde del martes, el español Carlos Cuerpo pedía «cabeza fría» a la hora de responder con contramedidas a los aranceles impuestos por la Administración Trump. Esa misma expresión ya la había usado Teresa Ribera, vicepresidenta primera y comisaria de Competencia de la Comisión Europea, unos días antes.

Sin embargo, las declaraciones del presidente Trump a la prensa pocas horas después de esta reunión no dejan lugar a dudas: los aranceles han venido para quedarse. Al menos de momento.

Ante esta perspectiva, los socios europeos plantearon la supresión de gravámenes en bienes industriales bajo el llamado «cero por cero». Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha destacado que esta postura ha funcionado con otros socios y puede sentar las bases de acuerdos conjuntos.

«Hemos ofrecido aranceles ‘cero por cero’ para los bienes industriales, como lo hemos hecho con éxito con muchos otros socios comerciales, porque Europa siempre está lista para un buen trato, así que lo mantenemos sobre la mesa», ha declarado Von der Leyen.

Al mismo tiempo ha lanzado un aviso a navegantes: la UE no se quedará de brazos cruzados y adoptará respuestas contundentes si no se alcanza un consenso satisfactorio. «Estamos preparados para responder con contramedidas y defender nuestros intereses», ha advertido la jefa de la UE y ha reforzado la idea de que la respuesta será consensuada y conjunta entre todos los países miembros.

El debate acerca de la política arancelaria de Trump ha generado inquietud en la economía global. Los asesores de Trump han afirmado que el teléfono de la Casa Blanca está que arde y ya han recibido peticiones para negociar de más de 50 naciones. Sin embargo, no parece que haya marcha atrás. Howard Lutnick, secretario de Comercio de Estados Unidos, ha confirmado que las nuevas tasas seguirán por tiempo indefinido.

«Todo el mundo tiene superávit comercial y nosotros tenemos déficit», ha asegurado para ir más allá al afirmar con rotundidad, sobre los estados que buscan un acuerdo, «todos estos países saben que nos han estado estafando».

Mientras se alcanzan, o no, unos acuerdos mínimos que rebajen la tensión, figuras de la economía mundial ya han dado la voz de alarma. Jamie Dimon, responsable de JPMorgan Chase, ha mencionado el peligro de una recesión y la posibilidad de un conflicto armado derivado de estas políticas.

Por su parte, el magnate Bill Ackmann, otrora aliado de Tump, le ha instado a poner en pausa los aranceles durante 90 días para evitar lo que ha calificado como un «invierno económico».

En opinión de Ackmann, los «aranceles masivos y desproporcionados» podrían desencadenar una «guerra nuclear económica».

Estas voces se unen a las recientes declaraciones de Elon Musk, socio en el gobierno de Donald Trump, que también ha pedido una política de gravámenes cero, al menos entre Europa y EE.UU.

A la espera de las contramedidas que desde casi todo el mundo se están lanzando contra esta política y mientras se negocian acuerdos bilaterales, los aranceles seguirán siendo el tema candente que abra portadas en todo el orbe.

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *