Los mercados financieros de todo el mundo están en tensión mientras observan las idas y venidas de los aranceles. La última víctima ha sido el mercado de futuros en Estados Unidos que la pasada semana se desplomaron y todo apunta a que esta será igual.
El índice Dow Jones se dejó 1.500 puntos, un descenso del 4%. El S&P 500 no se quedó atrás, cayendo un 4,3 %, mientras que el Nasdaq fue aún más severamente golpeado, con una bajada del 4,7%. Estos números evidencian la creciente preocupación de los inversores ante medidas que pueden perjudicar el comercio global.
Desde que el pasado miércoles se anunció un arancel mínimo del 10% sobre las importaciones, Wall Street ha vivido unos días de pérdidas que no se veían desde la pandemia de COVID-19 en 2020. Los aranceles, por si fuera poco, incluyen gravámenes aún más altos para países como China y bloques comerciales como la Unión Europea.
Durante el fin de semana, altos funcionarios del gobierno intentaron defender la estrategia arancelaria, pero eso no logró calmar a los mercados. Fuentes de la Casa Blanca han dejado claro que los aranceles «se mantendrán durante semanas y no se aplazarán pese a cualquier negociación con los países afectados».
El jueves y viernes, tras el anuncio de Trump, Wall Street sufrió una pérdida cercana a 6,4 billones de dólares en valor, según ha informado The Wall Street Journal. Con esto, las pérdidas totales ascienden a unos 10 billones desde que Trump llegó a la presidencia. Y la semana no ha comenzado mejor. Este lunes, último día con las cotizaciones completas, solo el Nasdaq consiguió parar la sangría mientras Dow Jones y S&P seguían a la baja.
JP Morgan Chase ha incrementado las probabilidades de una recesión global del 40% al 60% a causa del impacto económico de estos aranceles. Sin embargo, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, contradijo esta percepción, asegurando que los aranceles no provocarían una recesión y que el gobierno no tiene intención de revertir su política arancelaria.
La situación actual deja a los mercados financieros en un estado de incertidumbre, aguardando señales sobre posibles negociaciones o modificaciones en las medidas arancelarias que podrían reducir tensiones y estabilizar el panorama económico mundial.