El campo teme fuertes pérdidas por el calor y los incendios

Las altas temperaturas y los fuegos amenazan con afectar al ganado y a infraestructuras agrícolas clave.
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Campo de cereal :: The Officer

El sector agrícola y ganadero español advierte de un impacto severo por las olas de calor y los incendios. Las consecuencias más inmediatas apuntan a una reducción en la cosecha del olivar, así como pérdidas en pastos, colmenas y tierras agrícolas afectadas por el fuego.

Según las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA y Unión de Uniones, las temperaturas extremas pueden dañar el fruto de olivo y viña, recortar la producción de tomate para industria y adelantar de forma desordenada las campañas de recolección de cereales y frutas.

A todo ello se suman los incendios, cuyo impacto sobre explotaciones y ganado se conocerá en los próximos días.

Los agricultores coinciden en que, aunque están habituados al calor estival, es inusual que una ola como esta se produzca a mediados de agosto.

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La próxima campaña olivarera preocupa especialmente. Los olivos sufren estrés hídrico y, si persiste el calor, la aceituna puede no alcanzar el calibre esperado. Según UPA, eso podría dejar la producción de aceite por debajo incluso de la de 2024, que ya fue baja.

En la viña, la maduración de la uva en muchas zonas se produce por deshidratación en lugar de por el proceso natural, lo que afecta tanto a la calidad como al rendimiento.

El calor también ha forzado la recogida prematura de patata en Castilla y León, y el adelanto de peras y melocotones, generando problemas laborales por la necesidad de reducir las horas de trabajo en el campo durante las horas más críticas.

En Extremadura, la ola de calor ya impacta en la producción de tomate para industria, según ha confirmado UPA. También se han detectado problemas en el desarrollo del girasol, especialmente en explotaciones de secano. Aunque el maíz es de regadío, la necesidad de adelantar riegos aumenta los costes. En los cereales de invierno aún sin recolectar, las limitaciones por riesgo de incendio paralizan las cosechadoras.

La ganadería también sufre las consecuencias. Hay problemas para suministrar agua al ganado y mantener su bienestar en regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha o Madrid. La pérdida de pastos y explotaciones afectadas por el fuego agravan aún más la situación. En zonas como Tres Cantos (Madrid), el fuego ha alcanzado incluso cabezas de ganado.

Desde Asaja Castilla y León denuncian la quema de colmenas, castaños y áreas paisajísticas protegidas, como la zona de Las Médulas, símbolo del patrimonio agrícola y natural. La combinación de calor, sequía y gestión preventiva limitada anticipa una campaña compleja para el sector primario.

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