El precio de la cerveza en Rusia se ha disparado un 17,6 % en los últimos doce meses, alcanzando los 194,5 rublos por litro (2,44 dólares), según datos de Rosstat, el servicio estatal de estadísticas.
Este aumento de precio se explica por la inflación general, el incremento de impuestos y las condiciones meteorológicas adversas durante el verano.
En paralelo, la producción de esta bebida se redujo un 4,1% interanual en julio, afectada por la caída del consumo estacional. El volumen total se situó en 90,15 millones de decalitros, según el organismo Rosalkogoltabakkontrol. Dentro del sector, la cerveza de alta graduación (superior al 8,6%) cayó un 20,3%.
La evolución contrasta con la tendencia anterior. En 2024, la producción había crecido un 10,3%, y en el primer semestre de 2025 se mantenía en positivo con un aumento del 3,8%.
La cerveza sigue liderando el consumo de alcohol minorista, con un 43,2% del total de ventas hasta junio. En términos físicos, las ventas crecieron un 1,8% interanual, pese a las adversidades.
Distribuidores locales atribuyen el desplome de esta temporada al frío atípico y a las frecuentes lluvias, que frenaron la demanda habitual del verano. Además, alertan de una ralentización del consumo ligada al estancamiento económico general.
Las cifras se suman a otros descensos en el sector: en mayo, las autoridades informaron de una caída del 26% en la producción de alcohol destilado, mientras que las ventas al público bajaron un 16,2%, hasta los 48,54 millones de decalitros.