La disputa tecnológica entre China y Países Bajos suma un nuevo capítulo. El Ministerio de Comercio chino ha calificado de «errónea» la resolución judicial neerlandesa que arrebató a Wingtech Technology el control de su filial Nexperia, y ha acusado a La Haya de agravar la crisis mundial de semiconductores.
El caso, nacido de una supuesta amenaza a la seguridad nacional, ha pasado de los despachos corporativos a las cancillerías europeas. Y, como suele ocurrir en la industria del chip, lo que empieza con una oblea termina con un terremoto geopolítico.
De un juzgado en Ámsterdam a una crisis global
El Gobierno neerlandés intervino Nexperia el 30 de septiembre, destituyendo a su consejero delegado y fundador de Wingtech, Zhang Xuezheng. La decisión, respaldada por el Tribunal de Apelación de Ámsterdam, colocó la compañía bajo supervisión judicial y dejó a la matriz china sin control operativo.
Pekín sostiene que esa medida «privó a la empresa de sus derechos legítimos» y acusa a Países Bajos de «no mostrar una actitud constructiva», pese a las reiteradas peticiones de diálogo.
El silicio se convierte en arma diplomática
La tensión escaló el 26 de octubre, cuando Nexperia suspendió el envío de oblea de silicio a su planta en Dongguan (China), bloqueando parte de su producción. Pekín respondió anunciando medidas para ayudar a Nexperia China a reanudar el suministro y prometió exenciones de exportación para las empresas que colaboren en estabilizar el mercado.
Mientras tanto, Washington asegura que el acuerdo comercial reciente permitirá a Nexperia reanudar las exportaciones desde China, un respiro parcial para una industria que lleva años caminando sobre el alambre.
La versión de Bruselas
Desde Europa, Bruselas respalda a Países Bajos, insistiendo en que la intervención busca proteger capacidades tecnológicas estratégicas frente a posibles transferencias de conocimiento sensible. La vicepresidenta comunitaria Henna Virkkunen se ha reunido con el nuevo consejero delegado interino, Stefan Tilger, mientras la Comisión Europea explora una salida diplomática que evite una ruptura total con Pekín.
La UE, además, estudia reforzar su Ley Europea de Chips, el ambicioso proyecto para reducir la dependencia tecnológica del exterior y blindar el suministro de semiconductores frente a futuras tensiones.
Wingtech, el gigante en el ojo del huracán
Detrás de todo está Wingtech Technology, un peso pesado chino fundado en 1993, que compró Nexperia en 2019 por 26.800 millones de yuanes (unos 3.766 millones de dólares). Solo en 2024, la compañía generó 73.598 millones de yuanes en ingresos y destinó más de 4.000 millones a I+D.
Su modelo IDM —diseño, producción y empaquetado integrados— la convierte en un actor clave para la automoción y la electrónica global. Por eso, el conflicto preocupa tanto: cada oblea retenida puede paralizar una cadena de montaje entera.
El déjà vu del chip
El fantasma de la crisis de semiconductores de 2021 vuelve a rondar los despachos europeos. Fabricantes como Volkswagen, Mercedes-Benz o Honda ya alertan de posibles paros de producción. Y entre tanto, una pregunta resuena:
¿quién dominará el chip que mueve el mundo?
				
				
				
				
				