China se venga de los aranceles con Hollywood

Pekín ha anunciado que reducirá el número de películas procedentes de EE.UU. que se exhiban en el país asiático.
Cartel de Hollywood Cartel de Hollywood
Cartel de Hollywood

No se libra ni Hollywood. China ha hecho pública su decisión de recortar el número de películas estadounidenses que se proyectan en su territorio. Esta acción es una represalia directa ante los aranceles del 125% que el gobierno del presidente Donald Trump ha impuesto a los productos chinos.

La Administración de Cine de China ha manifestado que la decisión de EE.UU. de implementar aranceles elevados es «errónea» y que, probablemente, esto «disminuirá aún más la percepción favorable del público chino sobre las películas estadounidenses». Este cambio en las proyecciones podría tener un impacto considerable en los beneficios de los estudios de Hollywood, dado que China se posiciona como el segundo mercado cinematográfico más grande del planeta.

Históricamente, el país ha limitado la importación de películas extranjeras a través de un sistema de cuotas, permitiendo que alrededor de 35 películas se proyecten cada año, siendo la mayoría de origen estadounidense. Sin embargo, esta nueva política de reducción afectará ese sistema.

La administración china ha resaltado su compromiso de mantener «un alto nivel de apertura al exterior» y ha indicado que seguirá presentando «más películas del mundo para satisfacer la demanda del mercado». Con este enfoque, buscan equilibrar la oferta cinematográfica nacional sin depender en exclusiva de las producciones de Hollywood.

El impacto financiero de esta política en los estudios de cine en EE.UU. podría ser significativo. Las cintas estadounidenses han tenido un público extenso en China, pero las tensiones comerciales actuales añaden un nuevo desafío a esta relación.

Las autoridades chinas han reafirmado que las medidas adoptadas son una reacción directa a las políticas comerciales de EE.UU. Su estrategia busca presionar para revertir los aranceles que consideran excesivos y dañinos para las relaciones bilaterales.

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