La Bolsa de Hong Kong ha expulsado este lunes a Evergrande, símbolo de la crisis inmobiliaria en China, tras mantener suspendida su cotización durante más de 18 meses.
El grupo, que llegó a ser el paradigma del boom del sector en el país, acumula un pasivo de unos 330.000 millones de dólares, equivalente a 281.958 millones de euros y se ha colocado como la empresa más endeudada del mundo.
Estas son cinco claves que explican cómo la que fue la mayor promotora del país ha llegado a esta situación.
1. Fin del boom y estallido de la crisis
En 2021, Evergrande incurrió en el impago de su deuda offshore y abrió un periodo de incertidumbre para el sector. Con más de 300.000 millones de dólares de pasivo y 1,4 millones de viviendas vendidas sobre plano, la promotora se convirtió en epicentro de cientos de litigios.
2. Nueva normativa de Pekín
La llamada política de las tres líneas rojas de 2020 impulsada por el gobierno chino limitó el acceso a la financiación de promotoras con elevado apalancamiento. Evergrande, como otras, quedó atrapada en una crisis de liquidez en un contexto de viviendas encarecidas. Xi Jinping marcó la pauta: «las viviendas son para vivir en ellas, no para especular».
3. Estancamiento del mercado
El parón económico tras el cero covid y la desconfianza de los compradores provocaron caídas en las ventas de suelo: un 24,3% en 2022, un 8,5% en 2023 y un 12,9% en 2024. Pese a las medidas de apoyo, el sector no ha conseguido recuperarse.
4. Orden de liquidación
En enero del pasado año, la Justicia de Hong Kong ordenó la liquidación de Evergrande tras fracasar un plan para reestructurar 20.000 millones de deuda offshore. El reconocimiento de esa orden en la China continental sigue siendo una incógnita. Según Deloitte, los inversores apenas recuperarían un 3,4%.
5. Turbulencias constantes
Desde el inicio de la crisis, Evergrande acumula pérdidas de 90.000 millones de dólares. Xu Jiayin, su fundador, llegó a estar en arresto domiciliario. Además, la empresa afronta multas millonarias por falsificar ingresos y beneficios, en un escándalo 20 veces mayor al de Enron.