Los entornos urbanos muestran mayor aceptación hacia las nuevas infraestructuras energéticas que los municipios rurales, según un estudio realizado por la Universitat Rovira i Virgili (URV).
El informe destaca que las ciudades medias lideran el apoyo ciudadano a la implantación de proyectos energéticos, especialmente los vinculados a energías renovables.
La investigación concluye que la aceptación no es homogénea y que factores como el tamaño del municipio, la experiencia previa con instalaciones similares, el nivel educativo o la edad influyen directamente en la percepción social de estos proyectos.
En particular, las centrales nucleares reciben un 6% más de apoyo en ciudades medias y grandes que en pueblos pequeños. Además, la experiencia positiva con hidroeléctricas favorece nuevas implantaciones, mientras que la presencia previa de nucleares o parques solares tiende a reducir la aceptación.
Otro hallazgo del estudio es que la edad reduce gradualmente el apoyo (un 0,4 % por cada año), mientras que personas empleadas en el sector energético y jubiladas son más proclives a apoyar estas iniciativas que estudiantes o personas dedicadas al hogar.
«Diseñar políticas energéticas sin tener en cuenta las diferencias sociales y territoriales puede comprometer el éxito de la transición ecológica», explican los autores del estudio, que ha encuestado a más de 7.000 personas en los últimos meses.
La investigación forma parte del proyecto SPECTRUM, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por los fondos europeos Next Generation EU.