Con el verano en su momento álgido, ¿a quién no le apetece llegar a casa y ponerse a ver una serie o leer un libro con el frescor del aire acondicionado?
Sin embargo, 7 de cada 10 españoles evita usarlo por temor al aumento de la factura eléctrica, aunque muchos desconocen cuánto consume realmente su equipo, según un estudio reciente de Samsung.
Este informe revela que la mayoría de las personas ni siquiera sabe cuánta energía usan sus aparatos de climatización, lo que lleva a una percepción errónea del gasto.
Para evitarlo, aquí hay cinco consejos clave para usar el aire acondicionado de manera más eficiente:
Uso eficiente de los equipos
Un error común es pensar que el aire acondicionado consume una gran parte de la factura eléctrica, especialmente durante el verano. Sin embargo, Samsung y estudios de otras instituciones como la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) indican que un aparato moderno y eficiente no consume tanto como se cree.
De hecho, si se utiliza de manera inteligente, el gasto puede ser mucho menor al que la mayoría de las personas imagina. Por ejemplo, con un aire acondicionado de clase energética A+++, el coste de funcionamiento para 8 horas al día puede ser de solo 30 céntimos al día, dependiendo del modelo y la tarifa eléctrica.
Un hecho que avala un estudio de la International Energy Agency (IEA): los sistemas de climatización modernos pueden ahorrar hasta un 50% en consumo energético en comparación con modelos antiguos.
Cuidado con los grados
La temperatura ideal para el aire acondicionado no tiene que ser ni muy baja ni muy alta. Un termostato situado entre 24 y 26°C es el rango óptimo para maximizar la eficiencia y garantizar confort.
Muchas personas cometen el error de poner el aire acondicionado a temperaturas extremadamente bajas, como 18°C, pensando que enfriará más rápido. Sin embargo, esta práctica puede incrementar el consumo hasta un 50% más.
Además, mantener una temperatura estable durante todo el día también es más eficiente que estar encendiendo y apagando el aparato constantemente. Si no hay fluctuaciones bruscas de temperatura, el sistema no tiene que trabajar tanto para mantener la casa fresca.
De acuerdo con un estudio realizado por la Comisión Europea, la eficiencia energética de los aparatos aumenta considerablemente cuando se les permite operar a una temperatura constante durante más tiempo.
Inversión para ahorrar
Uno de los principales prejuicios sobre el aire acondicionado es que todos los modelos consumen mucho, pero la realidad es que los aparatos más modernos son mucho más eficientes.
Los equipos Inverter, que ajustan su velocidad según la demanda de refrigeración, consumen hasta un 30% menos que los modelos tradicionales. Además, los aparatos con clasificación energética A+++ no solo son más sostenibles, sino que también reducen las emisiones de CO2, contribuyendo a una mayor eficiencia ambiental.
Un análisis de la European Commission’s Joint Research Centre señala que los sistemas Inverter, en combinación con un aislamiento adecuado, pueden generar ahorros anuales de hasta 100 euros en el gasto energético de un hogar medio.
Un aire acondicionado de más de siete años empieza a ser más ineficiente y es el momento de actualizarlo. A largo plazo, esta inversión no solo traerá comodidad, sino también un ahorro notable en la factura eléctrica.
La tecnología como aliada
La tecnología ha avanzado lo suficiente como para poder gestionar el aire acondicionado desde un dispositivo móvil.
Los modelos modernos permiten configuraciones inteligentes, como apagar el sistema cuando no haya nadie en casa o ajustar la temperatura en función de la presencia de personas en la habitación.
Algunos, incluso, se pueden programar y controlar de manera remota, evitando que se quede encendido cuando no es necesario. Además, la función de apagado automático asegura que el equipo no siga funcionando si ya se ha alcanzado la temperatura deseada, lo que genera un ahorro de hasta un 25% en el consumo energético.
Según un estudio realizado por la Environmental Protection Agency (EPA), los hogares que utilizan sistemas inteligentes para gestionar su consumo eléctrico pueden reducir su gasto en climatización en un 20–30%.
Un buen aislamiento
No se trata solo de tener un buen aire acondicionado, sino de asegurar que la casa esté bien aislada. Si las ventanas no están selladas correctamente o las paredes no retienen el frío, el aire acondicionado tendrá que trabajar el doble para mantener la temperatura ideal.
Ante esta situación, los expertos aconsejan instalar cortinas térmicas o persianas reflectantes y revisar el aislamiento de las ventanas.
En resumen, siguiendo estos consejos el miedo a la factura debería ser una cosa del pasado. La tecnología y el sentido común ayudan a ahorrar sin tener que renunciar a la comodidad de un hogar fresco.