Cómo evitar que las emociones guíen las inversiones

La industria de gestión de activos se encuentra en pleno proceso de cambio. El aumento de patrimonio en ciertas regiones, los cambios que quieren llevar a cabo los fondos soberanos en sus inversiones y el impulso a los planes privados de pensiones hacen prever una lucha entre las gestoras para conseguir captar los 38 billones de dólares que, según cálculos de PwC entrarán en el sector en los próximos seis años.

En concreto, el informe calcula que para 2020 el patrimonio global bajo gestión ascenderá a los 101,7 billones de dólares, desde los 63,9 billones actuales, lo que supone un incremento de cerca del 60%. En Europa, la lucha por conseguir la mayor porción de la tarta será aún más compleja: según los datos que maneja PwC, en la industria entrarán unos 8 billones de euros en los próximos años, pasando de 19,7 billones a cerca de 28 billones.

Los expertos de la consultora aseguran en el informe que uno de los principales motivos del incremento patrimonial esperado es precisamente el aumento en el número de individuos con más poder adquisitivo en regiones como Asia, África, Sudamérica y Oriente Medio, economías que, pese a las dudas actuales, están llamadas a crecer a mayor velocidad que las desarrolladas en los próximos seis años. Aún así, desde PwC tienen claro que la mayor parte de los activos seguirá concentrándose en EE UU y Europa.

En concreto, en Norteamérica se espera que los activos bajo gestión alcancen los 49 billones de dólares en 2020, lo que supone un crecimiento del 5,1% anual desde los 33,2 billones de dólares que la firma ha contabilizado en su informe, con datos del cierre de 2012.

Del mismo modo, consideran que los fondos soberanos jugarán un papel relevante en este aspecto, ante los cambios en sus agendas, sus objetivos de inversión y los esfuerzos que estas herramientas están realizando para diversificar sus enormes flujos de activos. También consideran que el uso creciente de los planes de pensiones privados, impulsados por los Gobiernos y algunos cambios regulatorios, incentivarán la industria de gestión de activos.

Otra de las tendencias más importantes que detecta el informe es la oportunidad que la industria puede encontrar en la reestructuración del sector financiero a escala global. "La presión regulatoria podría suponer un obstáculo para bancos y aseguradoras", aseguran desde la firma, que consideran que las entidades financieras podrían dejar a un lado de su core business este tipo de negocio, ante la necesidad de incrementar sus márgenes.

En cuanto al estilo de gestión, la gestión activa sale perdiendo. Los expertos prevén que la separación entre alfa y beta se acelere ante unos inversores que preferirán desviar su asignación de activos hacia productos de gestión pasiva en busca de menores comisiones. PwC augura además una globalización de la industria que dará lugar a ‘megagestoras’ cuya base para competir por la captación de clientes se basará en retener talento. Es decir, en contar con los mejores profesionales del sector.

 

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