Cómo mejorar la liquidez en las carteras high yield

A vueltas con la madurez del ciclo de crédito en Estados Unidos, tras la primera subida de tipos de interés en casi una década, y, especialmente, con la delicada situación que atraviesan los emisores relacionados con las materias primas, sobre todo el petróleo, el nerviosismo se cierne sobre los bonos high yield, pero los expertos piden calma.

Consideran que ser selectivos es clave, diferenciando claramente Europa del otro lado del Atlántico, pues en el caso del Viejo Continente el ciclo de crédito aún se encuentra en una etapa relativamente temprana. Y recomiendan ser conscientes del debilitamiento en el sector energético, pues, a pesar de que la previsión generalizada apunta a una incremento de los precios de las commodities, el futuro es incierto en esta industria.

En última instancia, James Tomlins, gestor del fondo M&G Global Floating Rate High Yield, recuerda que las condiciones del mercado high yield "sólo mejorarán con cambios estructurales, pero mientras tanto hay varios pasos que ayudan a mejorar el perfil de liquidez subyacente" de las carteras basadas en esta activo.

Así, en primer lugar su consejo es "comprar y mantener", y es que, explica, "al mantener baja la rotación del portfolio y adquirir títulos con un horizonte de largo plazo, aceptando que habrá cierta volatilidad en los precios, las necesidades de liquidez se reducen automáticamente". Esto, añade, significa que debemos vigilar con atención los fundamentales de la empresa y su solvencia en periodos temporales mayores. Concretamente, la pregunta que debemos plantearnos es: "¿Seré feliz manteniendo este bono en momentos de estrés?" Si la respuesta es "sí", entonces las posibilidades te encontrar un comprador en tales situaciones se incrementa considerablemente.

Por otra parte, recomienda adherirnos a emisiones de bonos de mayor tamaño, ya que también lo es la bas de inversores y la probabilidad de ser capaces de igualar compradores y vendedores. Ahora bien, advierte que esto puede ser "un arma de doble filo, pues cuanto más grande es una colocación, más probabilidades hay de que forme parte de una cartera ETF y esto puede ser una desventaja en momentos de grandes reembolsos".

Asimismo, insta a "diversificar por mercados", pues los entornos de trading varían dependiendo de estos. "Una cartera puede invertir en toda la gama de ABS, financieros, corporativos, soberanos, emergentes, tipo fijo o variable, Europa o Estados Unidos…" explotando las mejores condiciones de liquidez en un mercado cuando otro se enfrenta a dificultades.

Finalmente, sugiere emplear proxies líquidos (como CDS sintéticos, aunque hay un coste de oportunidad en términos de selección de títulos que debe ser tenido en cuenta) y mantener el saldo de efectivo en niveles altos (5% es el nuevo 2%, afirma). Con todo, concluye: "Ninguna de estas medidas es la panacea, pero si mitigan los shocks del mercado, pueden comprar tiempo y ayudar a los inversores a aprovechar la liquidez".  

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