Hay ideas que nacen del campo, y Compostree es una de ellas. Esta startup bilbaína, fundada por Isabel Abascal, ha declarado la guerra al plástico forestal con una innovación tan simple como necesaria: protectores de árboles 100% compostables que sustituyen los tubos de plástico utilizados en las reforestaciones tradicionales.
El objetivo es claro: eliminar el residuo plástico de los bosques y reducir el impacto ambiental que generan los protectores convencionales, que tardan décadas en degradarse y acaban convirtiéndose en microplásticos.
El producto de Compostree está fabricado con biomateriales de origen natural y se degrada en el suelo de forma controlada, sin dejar rastro. Además de proteger a los árboles jóvenes frente a animales o condiciones climáticas, el material se integra en el entorno y se transforma en compost que nutre el terreno.

Su propuesta ha convencido al sector. Compostree ha sido reconocida con varios premios de innovación y sostenibilidad, entre ellos el Women Startup Awards y menciones en certámenes como Revolución Verde o Industria y Medioambiente.
También ha participado en programas europeos de aceleración enfocados en economía circular y biotecnología aplicada al entorno natural.
Hoy, Compostree colabora con administraciones, viveros y empresas forestales para escalar su solución y expandirse fuera de España.
Con su mezcla de ciencia, sostenibilidad y sentido práctico, Compostree demuestra que la innovación también puede germinar del suelo. Su meta: lograr que cada reforestación sea un acto de regeneración, no de contaminación.