Si hay dos activos que están acaparando las miradas en 2024 y 2025 esos son el oro y Bitcoin. En enero de 2024, el oro cotizaba en 2.064 dólares la onza y Bitcoin lo hacía en 43.990 dólares por token. En octubre de 2025, el metal precioso ha superado los 4.000 dólares y Bitcoin los 125.000 dólares.
Claro ante esta gran subida de ambos activos son muchos los que se preguntan si guardan una relación entre sí y de qué tipo lo hacen.
¿Tienen el oro y Bitcoin comportamientos parejos?
La verdad es que si miramos el gráfico que compara el rendimiento de ambos activos observamos cierto paralelismo desde el año 2019 hasta la actualidad. Aunque hay que tener en cuenta que por la capitalización que tienen cada uno, Bitcoin es mucho más volátil.

Lo que se aprecia es que el paralelismo entre ambos también tiene un cierto retraso temporal. Es decir, por lo observado, primero suele ser el oro el que sube, y después lo hace Bitcoin.
En 2019 el oro inicio una subida a finales de mayo que le llevó de los 1.276 dólares por onza a los 2.035 en agosto del 2020. Bitcoin, en ese periodo se mantuvo con movimientos muy leves, en rango lateral.
Sin embargo, cuando el oro tocó techo, Bitcoin inició un movimiento muy agresivo que le llevó de los 11.751 dólares en agosto del 2020 a los 67.000 en octubre del 2021.
Curiosamente, el oro inició un movimiento bajista después de máximos hasta que Bitcoin tocó los suyos. Después de octubre del 2021, ambos se adentraron en una prolongada fase entre bajista y lateral asentando suelos. Curiosamente, en agosto del 2023 ambos iniciaron un movimiento alcista que aun perdura.
El tercero en discordia: la masa monetaria M2
Para entender el comportamiento parejo de estos activos, hay que hacer un breve inciso y hablar de la liquidez o masa monetaria. Y es que, ambos se ven muy influidos por la cantidad de dinero disponible que hay en el mercado.
El oro ha sido casi desde siempre una reserva de valor y un activo que se ha utilizado para proteger el poder adquisitivo del dinero frente a la política monetaria. Por ejemplo, comprar una vivienda en lingotes de oro es ahora un 40% más barato que hace 50 años. Pese a la subida de la vivienda.
El metal precioso es valor refugio y es protector del poder adquisitivo del dinero en el largo plazo. Así se ve y también así se utiliza. Por ese motivo, el oro guarda una gran correlación con un indicador como la masa monetaria M2.
Desde los años 60 hasta ahora (como puedes ver en el gráfico), la masa monetaria no ha dejado de crecer. Se ha disparado especialmente después de la crisis financiera del año 2008.

El caso es que el oro, con sus fluctuaciones y volatilidades, ha ido promediando y buscando la liquidez en el mercado.
Bitcoin y la masa monetaria M2
El caso de Bitcoin es ligeramente diferente. Es un activo de riesgo que, hasta hace muy poco, tenía una gran correlación con los activos de riesgo como el Nasdaq 100. Estos activos también se ven positivamente impactados cuando la masa monetaria crece, como ha ocurrido.
De hecho, el caso de Bitcoin es todavía más curioso porque se ha movido muy parejo a las políticas dictaminadas por la Reserva Federal en los últimos años. Le afectan positivamente los periodos de tipos bajos, QE y aumento de la liquidez.

La correlación de Bitcoin con la M2 es del 80%, al menos hasta la fecha. Quiere decirse que, mientras que los bancos centrales, creen dinero, el precio de Bitcoin puede verse impulsado.
Bitcoin y el oro en el último año
Este 2025, sin embargo, estamos viendo algo especialmente curioso. Merece la pena porque Bitcoin está siendo cada vez más utilizado como reserva de valor, sobre todo a raíz de que empresas y Estados hagan reservas estratégicas de Bitcoin. Es decir, le han dado un tinte mucho más parecido al del oro.
Este año, ambos se están comportando de una manera refleja. Con esto quiero decir que, en épocas en las que el oro sube fuerte, Bitcoin no lo hace y a la inversa. Dentro de su tendencia alcista, resulta curioso ese cruce de caminos.

De hecho, de enero a abril, Bitcoin bajó de los 106.000 dólares a los 79.000. Mientras, el oro pasó de los 2.600 a los 3.400 en ese periodo. Curiosamente, cuando el oro se estabilizó e incluso corrigió ligeramente, Bitcoin inició una subida para tocar nuevos máximos.
Si esto sigue comportándose así, tras el nuevo arreón del oro, si se estabiliza y no sigue subiendo con tanto ímpetu, podría darse otro nuevo impulso para Bitcoin. Es decir, que en este año, lo que estamos viendo es que primero sube uno, y después el otro.