La compañía estadounidense Del Monte Foods, especializada en alimentos enlatados, se ha declarado en bancarrota tras acogerse voluntariamente al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. La empresa californiana, con casi 140 años de historia, busca reestructurar su actividad y vender activos para hacer frente a una deuda superior a 1.230 millones de dólares.
Greg Longstreet, director ejecutivo de la compañía, afirmó en un comunicado que, tras analizar diversas opciones, se ha optado por un proceso de venta supervisado por el tribunal como vía más eficaz para recuperar la viabilidad de la marca.
Del Monte atribuye su situación a múltiples factores. Durante la pandemia, experimentó un fuerte repunte de la demanda que provocó un aumento significativo de sus inventarios. Una vez normalizado el consumo, la empresa no logró gestionar ese excedente, lo que derivó en pérdidas operativas.
Además, el aumento de los tipos de interés desde 2022 ejerció una fuerte presión sobre su flujo de caja, provocando que los gastos financieros se duplicaran, pasando de 66 millones de dólares en 2020 a 125 millones en 2025.
Como parte del proceso de reestructuración, Del Monte Foods ha alcanzado un acuerdo con sus acreedores para la venta parcial o total de sus activos y ha asegurado más de 910 millones de dólares en financiación de deudor en posesión, un tipo de préstamo prioritario habitual en procesos de quiebra.
Actualmente, la compañía cuenta con más de 2.700 empleados y sigue operativa mientras avanza el procedimiento judicial. «Pese a los desafíos, seguimos comprometidos con nuestra misión de ampliar el acceso a alimentos nutritivos y de gran sabor para todos», señaló Longstreet.
