Uno de los principales índices del dólar se ha depreciado alrededor de un 7% este año. Algunos abogan por que habrá más caídas y los posicionamientos especulativos en corto se encuentran en su máximo de los últimos tres años y medio en el mercado de futuros. En este sentido, desde BlackRock consideran que la acumulación de estas posiciones «dio lugar a la ruptura en abril de la correlación positiva habitual entre el USD y la prima de rendimiento estadounidense frente a otros mercados desarrollados». No obstante, añaden que la marcada tendencia alcista del dólar desde mediados de 2014 se está «disipando gradualmente a medida que resurge la divergencia en materia de política monetaria». La Fed está normalizando sus tipos, mientras que el Banco Central Europeo y el Banco de Japón mantienen políticas más acomodaticias, y la correlación positiva entre el USD y la prima de rendimiento ha regresado. Así pues, ven un dólar estadounidense más fuerte a medida que la Fed incide en la normalización «por delante de sus pares del mercado desarrollado y el crecimiento económico de Estados Unidos muestra potencial alcista». Sin embargo, esperan que las ganancias sean moderadas en el corto plazo, ya que «las alzas en las tasas de la Fed probablemente sean más lentas que en los ciclos pasados dada la inflación relativamente moderada en territorio norteamericano». Las materias primas y los activos de EM han tenido una correlación inversa con el USD en muchos períodos históricos, cayendo cuando el USD es más fuerte y viceversa. Pero no creen que un dólar ligeramente más fuerte necesariamente suponga «malas noticias esta vez».
hemeroteca