Cuándo mejorará la situación en China

El derrumbe con el comenzaba el año nuevo la Bolsa china, y de su mano el resto de mercados de renta variable mundial, se ha vinculado al descenso en el PMI manufacturero (hasta el 48,2 en diciembre desde el 48,6 de noviembre), pero, la contracción no es de una cuantía que justifique la magnitud del hundimiento y no debemos olvidar que el dato aún así se sitúa por encima de la media del todo el tercer trimestre.

Ahora bien, un catalizador más importante de las ventas masivas se encuentra en el levantamiento de las restricciones que se introdujeron para frenar el hundimiento del mercado el pasado verano, sumado a las nuevas medidas tomadas por las autoridades que no han hecho si no que aumentar la desconfianza y la confusión.

Y, por otra parte, nos encontramos con la debilidad del renminbi y, en menor medida, del yuan. Sin embargo, la idea generalizada es que el People’s Bank of China (PBoC por sus siglas en inglés) tiene múltiples herramientas para defender la divisa cuando sea necesario y se esforzará por mantener la estabilidad de la moneda frente al resto. Ahora bien, parece que el nuevo mecanismo de fijación monetario no ha sido bien comunicado y esto no ha ayudado a mejorar el sentimiento…

"En general, y como vimos ampliamente el año pasado, la Bolsa china se mueve de manera independiente de su economía", afirman tajantes los expertos de Capital Economics. "Los precios son impulsados por fuerzas especulativas, en lugar de fundamentales" y, añaden, al mismo tiempo, no son un catalizador de la actividad, pues "pocos en el país poseen acciones y los que lo hacen son mucho más ricos que la media, con altas tasas de ahorro".

Así, Mark Williams y Julian Evans-Pritchard reiteran que el reciente desarrollo de los acontecimientos no cambian sus perspectivas sobre el gigante asiático: "Es más probable que sorprenda al alza", subrayan. Reconocen, no obstante, que China está "experimentando una desaceleración estructural en la inversión y que probablemente continúe en el medio plazo. Pero nos diferenciamos del consenso al considerar que gran parte de la reducción del crecimiento de principios de 2015 se debió a factores cíclicos, ya que tanto la política fiscal como la monetaria se restringieron".

Por tanto, ¿cuánto se producirá este cambio de tendencia? La firma tiene claro que lo veremos en los indicadores ya del primer trimestre de 2016. Llaman la atención sobre el hecho de que "los datos recientes ya han sido mejores de lo que muchos esperaban hace unos meses", sugiriendo la mayoría que "el crecimiento se ha estabilizado, cuanto menos".

Sí, hasta ahora, el repunte ha sido "demasiado pequeño para cambiar el sentimiento" y tampoco las cifras de diciembre "probablemente tampoco lo hagan". Calculan un crecimiento del PIB para el cuarto trimestre en el 6,9%, sin cambios con respecto al tercero. Pero, "si nuestro punto de vista sobre la naturaleza cíclica de la desaceleración es correcto, los indicadores más fiables mostrarán señales de cambio pronto (…) la pérdida de momentum a principios del año pasado ocurrió aproximadamente dos trimestres después del comienzo del ajuste fiscal. Sobre esta base, el cambio de la misma en el segundo semestre de 2015 debería alimentar un crecimiento más fuerte en el primer trimestre de 2016".

Del mismo modo, la experiencia nos muestra que "hay más o menos un retraso de seis mese entre el crecimiento y la actividad crediticia. Así pues, la aceleración del crédito que comenzó a mediados del pasado ejercicio debería comenzar a notarse en cualquier momento". Al mismo tiempo, la producción industrial, muy lastrada por la mala comparativa con respecto al fuerte cierre de 2014, pero el dato interanual parece estar fortaleciéndose.

Coincide Han Bever, economista senior en Degroof Petercam, con estos expertos al señalar que "a diferencia de lo que muchos inversores parecen creer en este momento, la caída de la renta variable y la presión a la baja del renminbi, nos dice muy poco sobre la situación económica subyacente". 

En todo caso, explica. "la combinación de los indicadores de confianza y los datos económicos vistos en los últimos meses sugieren que las primeras medidas de estímulo comienzan a tener un efecto estabilizador en la economía china. Así, nuestro escenario de que un aterrizaje forzoso será evitado en el contexto de desafío al que se enfrentan las autoridades con su estrategia de reequilibrio económico sigue siendo válido".

Mientras, Alice De Charmoy, gestora adjunta del fondo M&G Global Emerging Markets, también recuerda que "el comportamiento del mercado de acciones A chinas en los últimos 18 meses no se ha basado en los fundamentales económicos. Por lo tanto, la última caída bursátil, en nuestra opinión, no supone una fuente de preocupación sobre el estado de la economía".

Finalmente, desde Amundi creen que la economía china está "tocando fondo en un rango estrecho, y será un estabilizador y motor del crecimiento en 2016 y 2017". 

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