Cyber·Droid quiere que navegar por internet deje de ser un salto al vacío. Este terminal móvil, desarrollado por la española GRK Systems, analiza de forma autónoma la actividad digital de su usuario, detectando y bloqueando estafas y amenazas complejas sin sacrificar la privacidad.
La idea es simple pero ambiciosa: hacer que la ciberseguridad deje de ser un privilegio y esté al alcance de cualquiera.
Lo diferencial es su enfoque desde dentro del dispositivo, sin depender de infraestructuras externas.
«Nunca antes se había abordado la ciberseguridad de esta forma. No puedes meter un CPD en un teléfono, pero hemos diseñado Cyber·Droid con eficiencia extrema para lograr resultados que parecían inviables», explica su fundador.
El móvil puede identificar desde infecciones por botnets hasta estafas camufladas en mensajes de supuestos envíos pendientes.
El modelo de negocio es directo: se vende el terminal ya con el software de detección incorporado, con opción a renovación anual para mantener el servicio activo.
Para empresas, GRK Systems ofrece un sistema de centralización de alertas que permite monitorizar las amenazas en todo su ecosistema corporativo.
El motor de análisis y detección se construyó desde cero, evitando librerías preexistentes para garantizar eficiencia máxima. «Cuando quieres ir más allá, el desarrollo se vuelve un reto técnico brutal, pero con un objetivo claro, solo es cuestión de tiempo y esfuerzo», comenta Manuel Borrego.
Borrego, CEO de GRK Systems, no es un recién llegado. Antes de fundar la startup, lideró la unidad «Sistemas Especiales tech and tac» de la Policía Nacional, donde diseñó protocolos y tecnologías tácticas que siguen vigentes.
Su experiencia en ciberseguridad e informática forense de redes es el núcleo de Cyber·Droid. «He trasladado la lógica táctica de mi etapa policial para crear soluciones que hagan la vida más fácil», resume.
A medio plazo, la visión es clara: que Cyber·Droid esté integrado en cualquier móvil, router u operadora, protegiendo no solo grandes corporaciones, sino también hogares y pymes.
Para acelerar ese camino, participarán en Al Andalus Innovation Venture, buscando alianzas con fabricantes, operadores y startups. «El networking no solo abre puertas de negocio, también te enseña del camino recorrido por otros», apunta Borrego.
Por ahora, no buscan inversión externa. Otras líneas de negocio de la compañía sostienen el crecimiento orgánico mientras este «escudo digital de bolsillo» se abre paso en el mercado. Su meta final es ambiciosa: que la ciberseguridad deje de ser invisible y elitista para convertirse en algo tan cotidiano como llevar un móvil.