Del sofá al mundo: H2L permite mover objetos reales con tu cuerpo virtual

La startup japonesa desarrolla tecnología háptica para trasladar sensaciones físicas —incluido el dolor— al mundo virtual.
Emi Tamaki, CEO y fundadora de la startup
Emi Tamaki, CEO y fundadora de la startup :: Foto proporcionada por la empresa

Del sofá al mundo: H2L permite mover objetos reales con tu cuerpo virtual

La startup japonesa desarrolla tecnología háptica para trasladar sensaciones físicas —incluido el dolor— al mundo virtual.

¿Te imaginas sentir el zumbido de una avispa en el cuello mientras paseas por la playa del metaverso? No es una escena de ciencia ficción. Es la visión de futuro que propone H2L, una startup japonesa que lleva una década desarrollando tecnología háptica para hacer del mundo virtual una experiencia física.

Emi Tamaki, su fundadora, es experta en tecnologías ligadas al tacto y tiene una motivación muy personal. Padece una enfermedad cardíaca congénita que condiciona su vida desde la adolescencia. Su objetivo, explica, es «liberar a los humanos de cualquier tipo de restricción en términos de espacio, cuerpo y tiempo» para 2029.

La empresa, respaldada por Sony y con una financiación de 8,4 millones de dólares, quiere que en el metaverso se note el peso de un objeto, el impacto de una pelota o incluso el picotazo de un pájaro. Tamaki lo dice sin rodeos: «Sentir dolor nos permite convertir el mundo del metaverso en un mundo real».

El primer paso en esa dirección fue el desarrollo de FirstVR, un kit con gafas y brazalete que capta la flexión muscular y la traduce en señales eléctricas para generar sensaciones táctiles. También permite que un avatar imite con precisión los movimientos del cuerpo físico del usuario.

La tecnología de H2L tiene aplicaciones que van más allá del ocio digital. Puede facilitar el teletrabajo, la rehabilitación médica o incluso ofrecer experiencias inmersivas a personas con movilidad reducida. «La gente como yo puede viajar a cualquier lugar y en cualquier momento», afirma Tamaki.

Más allá de la teoría, H2L ha seguido evolucionando. Hace unos días presentó «Capsule Interface», un nuevo dispositivo que permite compartir movimientos y fuerza con robots o avatares sin necesidad de levantarse de la silla ni saber programar. Simplemente te conectas desde la cama.

Esta interfaz incluye un sensor de desplazamiento muscular, una pantalla y un altavoz. El usuario solo necesita sentarse o tumbarse y mover, levemente, brazos y piernas. Sus movimientos, fuerza e incluso información audiovisual se sincronizan en tiempo real con otro cuerpo remoto.

La propuesta amplía el concepto de «cuerpo compartido» a contextos cotidianos o críticos: desde repartir paquetes sin moverte del sofá hasta limpiar la cocina de tus abuelos o retirar escombros en una zona de desastre, todo gracias a un robot conectado a tu cuerpo desde la interfaz.

Los usos son variados: apoyo en tareas domésticas, educación, agricultura, atención remota, trabajo en zonas peligrosas y también entretenimiento. La propia compañía ha mostrado ejemplos como un descenso en kayak virtual con sensaciones físicas realistas.

Con un precio de partida de 30 millones de yenes (alrededor de 175.000 euros), la «Capsule Interface» no está pensada aún para el gran público. Pero para H2L, es un paso hacia un futuro donde los límites entre lo físico y lo virtual no sean barreras, sino puentes.

Mientras otras firmas como Meta trabajan en guantes hápticos, o startups como OWO lanzan chaquetas con retroalimentación sensorial, H2L apuesta por algo más integral: una experiencia que incluya también el dolor. Porque sentir, para ellos, es la única forma de que lo virtual parezca real.