Las cotizaciones alternativas del dólar estadounidense en Argentina han registrado un repunte marcado en los últimos días, impulsadas por la inquietud que genera un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los inversores continúan sin conocer los términos precisos del entendimiento, lo que crea tensión en el mercado cambiario. Este martes, el dólar oficial escaló 25 centavos, mientras que en el mercado financiero y la plaza informal registró incrementos de 45 y 30 pesos, respectivamente.
La divisa culminó la sesión en Banco Nación a 1.088,50 pesos por unidad. En la opción informal se situó en 1.285 pesos y el llamado dólar financiero CCL trepó a 1.299,87 pesos. Las presiones cambiarias se han intensificado en los últimos días, reflejando la agitación entre diversos agentes económicos.
En un lapso de diez días, la cotización oficial apenas subió 0,2%, mientras que el dólar CCL avanzó 6,5% y el llamado dólar «blue» o informal creció 5,76%. Esta dinámica obligó al Banco Central a intervenir en el mercado con 745 millones de dólares para contener el tipo de cambio, repercutiendo negativamente en las reservas monetarias de la nación.
El viernes pasado, el Banco Central inyectó 474 millones de dólares en el mercado oficial de cambios con el objetivo de frenar la paridad, considerada «la segunda mayor no solo en la era Milei sino desde fines de octubre de 2019», según un informe de la firma Portfolio Personal Inversiones (PPI). Las demandas de divisas obedecen a la necesidad de cubrirse ante ajustes potenciales en la política cambiaria tras el eventual acuerdo con el FMI.
No se han revelado los detalles sobre las condiciones del posible convenio con el FMI, aspecto que mantiene la incertidumbre. De acuerdo con PPI, existen «expectativas crecientes de modificar el esquema cambiario como parte del acuerdo con el FMI». El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que no se contempla ninguna devaluación del peso argentino, aunque reconoció la existencia de temas pendientes en la negociación, como el monto del nuevo financiamiento para reforzar el balance del Banco Central.
El economista Gustavo Ber señaló que «hay una creciente impaciencia entre los inversores en relación con los pormenores del acuerdo con el FMI», especialmente en lo referente al régimen monetario y cambiario. Será crucial observar cualquier anuncio que aporte claridad, pues el acuerdo podría inducir cambios decisivos en la política monetaria del país.
