El producto interior bruto (PIB) de Alemania se contrajo un 0,3% en el segundo trimestre del año, según los datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que corrige a la baja la primera estimación de un descenso del 0,1%.
La producción industrial también mostró un desempeño más débil de lo previsto inicialmente, lo que añade presión sobre la mayor economía de Europa.
En el primer trimestre del año, Alemania había registrado un crecimiento del 0,3%, mientras que el Bundesbank prevé un estancamiento para el tercer trimestre en curso, de acuerdo con su informe mensual.
Entre los factores que explican este retroceso figuran las turbulencias en el comercio mundial, la debilidad de la cartera de pedidos, el empeoramiento de las perspectivas laborales y la pérdida de dinamismo en los salarios, lo que impacta de forma directa en el consumo privado.