El gobierno de Estados Unidos ha anunciado la ampliación de su Programa de Exención de Vehículos Autónomos, que permitirá que los coches fabricados en el país puedan circular libremente por sus carreteras aunque no cumplen con todas las normas de seguridad.
Sean Duffy, secretario de Transporte de EE.UU., destacó que esta decisión tiene como objetivo igualar las condiciones para las empresas nacionales y alentar la innovación en el sector, dado que antes este programa era exclusivo para automóviles importados.
«Esta Administración entiende que estamos compitiendo con China para superarlos en innovación y hay mucho en juego. Como parte de la agenda de innovación del Departamento de Transporte, nuestro nuevo marco eliminará los obstáculos y nos acercará a un estándar nacional único que fomente la innovación y priorice la seguridad», afirmó Duffy.
Empresas como Tesla, General Motors o Ford serán algunas de las beneficiadas por esa modificación. La iniciativa reducirá los costes relacionados con el desarrollo de tecnologías de conducción autónoma. El programa da luz verde a vehículos que no cumplen con las normativas vigentes, siempre que incorporen sistemas automatizados de conducción y demuestren una seguridad equivalente o superior a la de los autos convencionales.
