Tres de cada cuatro autónomos muestran pesimismo sobre la evolución económica y no confían en que 2025 sea un buen ejercicio para su actividad, según el barómetro trimestral de ATA.
El informe, presentado este lunes, refleja un cambio de tendencia en las perspectivas de negocio del colectivo.
«La incertidumbre y la falta de confianza están pasando factura a los autónomos y a sus negocios», ha advertido Lorenzo Amor, presidente de ATA. Aunque un 30,5% declara haber crecido frente al 29,5% que reconoce caída de ingresos, la mayoría cree que el entorno general no acompañará en los próximos meses.
En cuanto a la facturación, un 57,6% de los encuestados dice haber igualado o superado los resultados del segundo trimestre de 2023. Sin embargo, tres de cada cuatro autónomos afirman que sus costes han subido, y un 20% de ellos estima que el aumento ha superado el 15%.
En el empleo, el 40% ha reforzado plantilla, sobre todo por la campaña de verano, aunque solo un 11,5 % prevé nuevas contrataciones, frente al 69,3% que mantendrá y el 5,4% que prevé reducir personal.
Amor ha puesto el foco también en la pluriactividad, al asegurar que el 70% de las nuevas altas en el RETA corresponden a trabajadores que también cotizan en el régimen general.
Las cargas administrativas y la morosidad se consolidan como los mayores obstáculos. «Nueve de cada diez autónomos ven aumentadas las exigencias burocráticas», señala el estudio. Además, el 42,5% sufre impagos, ya sea por parte de entidades privadas (26,3%), públicas (6,4%) o ambas (9,8%).
El presidente de ATA ha advertido sobre la combinación de «asfixia fiscal, inflación e incertidumbre política», y ha pedido soluciones con «sentido de Estado». «La legislatura ha empezado la cuenta atrás, pero no sabemos cuánto va a durar», concluyó Amor, quien vinculó la corrupción a la caída de la inversión.