El Banco Mundial pide a sus países miembros más transparencia en los datos de la deuda pública, ante el repunte de «acuerdos opacos», sobre todo en naciones en vías de desarrollo, según se desprende del más reciente informe de la organización publicado este jueves.
El BM señaló en su estudio «Transparencia Radical de la Deuda», una actualización de la versión publicada en 2021, que pese a que ha crecido el número de países de bajos ingresos que publican datos de su deuda desde 2020, solo un 25% informa de los más recientes.
«El auge de mecanismos de financiación complejos y a menudo opacos, como colocaciones privadas, canjes con bancos centrales y operaciones de deuda colateralizadas, ha complicado aún más la rendición de cuentas», afirmó la entidad.
Axel van Trotsenburg, director gerente del Banco Mundial, sostuvo que los más recientes datos ponen de manifiesto «el círculo vicioso que puede generar la falta de transparencia».
«Cuando sale a la luz deuda oculta, se seca el financiamiento y empeoran las condiciones. Los países recurren entonces a acuerdos opacos y colateralizados», añadió Van Trotsenburg.
En países como Zambia, Ghana o Mozambique, el descubrimiento de deudas previamente no reveladas «trastocó drásticamente la trayectoria de su desarrollo», según explicó el Banco en informes anteriores.
Uno de los países que ha participado en este tipo de compra de deuda silenciosa ha sido China.
Algunos de los países más pobres y más vulnerables del mundo tienen una deuda récord con Pekín, cercana a los 22.000 millones de dólares, de acuerdo con datos de este año del Lowy Institute.
El gigante asiático ha concedido numerosos préstamos a naciones en vías de desarrollo en su estrategia de la Nueva Ruta de la Seda.
Sin embargo, el Banco no solo hace referencia a los préstamos chinos, sino que también habla de grupos privados como prestatarios, acreedores e instituciones financieras internacionales.
Con el objetivo de revertir esta situación, el informe recomienda «un cambio fundamental» en cómo los países deudores así como los acreedores informan y divulgan la deuda.
«La transparencia de la deuda no es solo un tema técnico: es una política pública estratégica que genera confianza, reduce los costos de endeudamiento y atrae inversiones», declaró Pablo Saavedra, vicepresidente del Banco Mundial para la Prosperidad.
Entre las medidas «urgentes» que recomienda el informe se encuentran reformas legales y regulatorias que exijan transparencia en los contratos de préstamo, así como auditorías más frecuentes y una mejor supervisión nacional.
«El progreso adicional dependerá de una mayor participación tanto de deudores como de acreedores en los esfuerzos de transparencia, así como de la mejora de los mecanismos y plataformas internacionales», concluyó el BM.