El Banco Central Europeo (BCE) utilizará tecnología de registro distribuido para liquidar transacciones con dinero de banco central. El plan, dividido en dos fases, apunta a modernizar las infraestructuras financieras sin comprometer la seguridad ni la eficiencia.
Las dos fases se denominan «Pontes» y «Appia». La primera, de corto plazo, incluirá una fase piloto que conectará plataformas basadas en registros distribuidos con los servicios de pago TARGET del BCE.
La segunda, de largo plazo, construirá un ecosistema más robusto para facilitar operaciones seguras y eficientes en toda la eurozona.
El BCE subraya que esta decisión sigue la línea de su compromiso de impulsar la innovación tecnológica, respetando los principios de estabilidad financiera. Este enfoque refleja el creciente interés de los bancos centrales por las ventajas del registro distribuido, una tecnología clave detrás de los criptoactivos como el bitcoin, pero con aplicaciones mucho más amplias.
Durante el segundo semestre de 2026 se prevé iniciar un proyecto piloto único. En paralelo, el BCE pondrá en marcha grupos de contacto con el mercado para ambas fases del plan. Estas iniciativas se apoyan en los ensayos previos realizados entre mayo y noviembre de 2024, en los que participaron 64 entidades que realizaron más de 50 pruebas.
En un informe reciente, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) instó a acelerar la transformación del sistema financiero mediante la tokenización de pagos y activos.
Para el BPI, la integración de reservas tokenizadas de los bancos centrales, dinero tokenizado comercial y bonos soberanos digitalizados es el próximo paso clave hacia un sistema financiero global más eficiente.
