La empresa Tecnovelero está desarrollando un vehículo eléctrico urbano impulsado por hidrógeno verde a baja presión, denominado Virante, que ha sido premiado en el evento mundial de empresas emergentes COMEUP de Seúl como una de las tres mejores tecnologías entre 1.400 propuestas, siendo además la única iniciativa no coreana galardonada.
El coche ha despertado un gran interés en Asia y la intención de la compañía es iniciar este año la fabricación a gran escala en Corea del Sur y China para empezar a comercializarlo en 2026. El proyecto cuenta con financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, dependiente del Ministerio de Ciencia.
«La principal singularidad de Virante es que puede inclinarse en movimiento como una motocicleta, pero con cuatro ruedas, gracias a una patente propia: la Tecnología de Inclinación Variable», explica Javier Lavernia, fundador y CEO de Tecnovelero, ingeniero especializado en diseño y desarrollo de transportes con más de 20 años de experiencia en el sector de la automoción.
«Este método dota al vehículo de una estabilidad única y reduce el riesgo de vuelco, un problema común en vehículos cortos, altos y estrechos», añade.
Virante, cuyo desarrollo comenzó en 2019, emplea depósitos de hidrógeno a baja presión, de en torno a 200 BAR, intercambiables por el usuario, un sistema que permite recargar el coche en segundos sin necesidad de una gran infraestructura y, según Lavernia, reduce en un 90 % la inversión necesaria respecto a los sistemas tradicionales de hidrógeno a alta presión, de 700 BAR.
Se trata de un vehículo ligero, biplaza, diseñado para moverse por ciudades, con una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora y una autonomía de hasta 400 kilómetros.
«Es ideal tanto para uso privado como para servicios de reparto, donde los riders pueden funcionar durante días sin necesidad de recargar», afirma Lavernia.
El prototipo se basa en el concepto de un velero. «Creemos que el futuro de la movilidad en las ciudades será similar al de un barco de vela navegando por el mar: en silencio, sin contaminar y con navegación vía satélite», señala.
Asia ya ha llamado a su puerta, sobre todo tras el premio recibido en Corea del Sur. «Esta distinción nos ha permitido presentar el proyecto ante numerosas corporaciones y fondos de inversión», afirma el ingeniero que acaba de regresar de China, donde ha visitado empresas de automoción y tecnología de hidrógeno y ha sido protagonista de reportajes en prensa.
«Asia está un paso por delante en tecnologías del futuro y buscamos introducirnos inicialmente en ese mercado. Para el primer cuatrimestre de 2026, nuestros socios industriales se han comprometido a vender 500 unidades en Corea del Sur y España», confirma el directivo.
«Además, tenemos objetivos ambiciosos para Japón, India y China, donde estimamos un mercado potencial de aproximadamente 5.600 millones de euros», apunta Lavernia.
Entre sus clientes ya figuran municipios y empresas en Cataluña con interés en integrar estos vehículos en flotas y servicios municipales.
En términos medioambientales, el coche de Tecnovelero utiliza hidrógeno renovable con vida útil prácticamente infinita y un impacto ambiental muy bajo, estimando una reducción del 58% en huella de carbono con respecto a vehículos competidores, explica su CEO.
Lavernia señala que «gracias a ‘lean manufacturing’ y al uso de componentes derivados de la motocicleta, la fabricación del coche es económica». La empresa ha llegado a contar con 14 ingenieros, en su mayoría de la Universitat Rovira i Virgili (URV), para este proyecto.
El precio de venta será de alrededor de 12.800 euros y, según el ingeniero, el mantenimiento «es prácticamente nulo al ser un vehículo eléctrico con pila de combustible y sin baterías pesadas».
