El Kremlin ha rechazado que las actividades del grupo BRICS representen una amenaza para terceros países.
La aclaración llega tras la advertencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel adicional del 10% a los países que se alineen con la alianza liderada por China y Rusia.
«La interacción dentro de los BRICS nunca ha estado ni estará dirigida contra terceros países», afirmó Dmitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa. Subrayó que la alianza se basa en «una visión común para cooperar según los intereses propios de sus miembros».
Trump había declarado el domingo en Truth Social que «cualquier país que se alinee con las políticas antiamericanas de los BRICS deberá pagar un arancel adicional del 10%. No habrá excepciones a esta política». Su mensaje coincidió con la celebración de la XVII cumbre de los BRICS en Río de Janeiro.
El bloque, formado actualmente por once países del Sur Global, emitió una declaración conjunta con 126 puntos, en la que expresó su preocupación por «el aumento de medidas arancelarias y no arancelarias unilaterales que distorsionan el comercio», aunque sin mencionar directamente a Trump ni a Estados Unidos.
La cumbre estuvo marcada por la ausencia de Xi Jinping y Vladímir Putin, este último participando de forma virtual, y por la creciente presión internacional sobre la configuración del comercio global.