Tesla ya opera su primer servicio de vehículos autónomos en Austin (EE.UU.), en una fase inicial con supervisión humana a bordo. Un empleado de la compañía acompaña cada trayecto en el asiento del copiloto para monitorear el funcionamiento del sistema.
La flota inicial, compuesta por vehículos Model Y, circula dentro de una zona geográfica limitada. El servicio está diseñado con condiciones de operación controladas, incluyendo franjas horarias específicas y la posibilidad de suspenderse en caso de mal tiempo.2
Acceso limitado y pruebas controladas con usuarios invitados
El servicio se encuentra disponible para un grupo reducido de usuarios seleccionados por Tesla, entre ellos influenciadores vinculados a la marca y al consejero delegado, Elon Musk. La compañía busca recoger feedback directo de los primeros trayectos para evaluar la experiencia y la respuesta del sistema autónomo.
«Con esta exclusiva vista previa tendrá la oportunidad de proporcionar valiosos comentarios a nuestro servicio de robotaxi», indica la invitación enviada a los primeros participantes.
El despliegue refuerza la apuesta de Tesla por los robotaxis como uno de los ejes estratégicos de su modelo de negocio. Sin embargo, la iniciativa no está exenta de controversia: organizaciones por la seguridad vial y algunos representantes políticos han planteado dudas sobre la madurez del sistema tras la difusión de vídeos donde vehículos autónomos ignoran señales de tráfico en pruebas.
En el sector, Waymo, filial de Alphabet, marca actualmente el ritmo. Su servicio de taxis autónomos comerciales ya opera en varias ciudades de EE.UU. y alcanza los 250.000 trayectos semanales. Tesla, por su parte, avanza con un modelo más cerrado y con supervisión activa en esta fase inicial.