A vueltas con el doble dígito. Desde que se eligió a Donald Trump, los inversores se han tranquilizado poco a poco por sus temores sobre la deflación, el crecimiento en los mercados emergentes y la incertidumbre sobre la zona del euro, lo que ha afectado al apetito por el riesgo entre finales de octubre de 2015 y mediados de febrero de 2016. Esto sitúa el interés por la reflación. Por el cambio de dinámica en el ámbito bursátil. Y es que el crecimiento mundial está claramente acelerándose y la amenaza de un entorno deflacionario se está diluyendo como el azúcar en el café. De esta manera, dicha combinación, entre un repunte del crecimiento real y un aumento de la inflación es, en general, favorable para la tendencia general de crecimiento de los beneficios por acción. Para los expertos de Natixis AM, algo que debería acercar a observar un retorno del “13% este año”. Estos expertos señalan que la fase de aceleración de la inflación ahora parece haberse quedado atrás, mientras que los principales indicadores están empezando a cambiar en algunas áreas, “en particular los Estados Unidos y China”.
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