La recuperación y los buenos datos que está registrando la economía española están siendo por los principales organismos y las casas de análisis privados. El último ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha revisado al alza sus previsiones para los próximos años que han pasado del 0,9% para 2014 y del 1% en 2015 a situar el crecimiento del PIB en este ejercicio al 1,2% y del 2% para el siguiente.
Malas perspectivas para el paro
El informe explica que tras una prolongada doble recesión, España ha dado un giro. El crecimiento se ha reanudado y el desempleo está bajando y reconocen una significativa mejoría de las perspectivas económicas del país en relación a tan sólo hace un año.
Las nuevas previsiones del FMI convergen con el cuadro económico del Gobierno que estima un crecimiento del PIB para este año del 1,8% y del 2% para 2015 y la visión del Banco de España. Las malas noticias llegan desde las perspectivas para el desempleo. El organismo dirigido por Christine Lagarde prevé que la tasa de paro concluya en 2014 en el 24,9% y en el 23,8% en 2015.
Desde Washington no se espera que el paro baje del 20% hasta 2019, cuando se reducirá al 18,7%. A pesar de constatar la recuperación, el FMI pronostica menores tasas de crecimiento a partir de 2015. El PIB crecerá al 1,7% en 2016 y al 1,8% en 2017, mientras que en 2018 llegaría al 1,9% y a un 2% un año después.
Recomendaciones y críticas
Además de aplaudir de la reactivación económica, "la recuperación van bien encauzada y las perspectivas son mejores que hace un año gracias a los esfuerzos de la sociedad y las medidas adoptadas", el informe resalta algunas mejoras para que el crecimiento sea sostenible. El FMI pide una vuelta de tuerca a la reforma laboral aprobada en 2012 al situarse la tasa de paro en niveles "inaceptablemente altos". Recomienda reducir la dualidad entre temporales e indefinidos, es decir, en el lenguaje del FMI significa reducir las indemnizaciones por despidos en los contratos indefinidos; y "descentralizar la negociación salarial y colectiva a nivel de cada empresa y sector para hacer más inclusivo y adaptable el mercado laboral a las condiciones económicas", una receta que apunta a debilitar los convenios colectivos.
Tampoco se priva de criticar la última reforma fiscal. En línea con Bruselas, advierte del riesgo de que ponga en peligro el control del déficit por la caída de ingresos que se podría producir. Resume la reforma como una bajada de impuestos generalizada. Además, insiste en proponer una subida del IVA, aunque dañe a las rentas más bajas.
Pero la crítica más dura va dirigida a que no ha ido enfocada a crear empleo al no incluir rebajas en las cotizaciones sociales. El FMI reconoce que las propuestas crearían más desigualdades por eso subraya que estas medidas deben ir acompañadas con otras enfocadas a proteger a las personas más vulnerables.
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