«El resultado del referéndum está totalmente claro. La victoria del ‘No’ ha sido extraordinaria. Ahora, sus partidarios deben hacer una propuesta clara», ha declarado Renzi durante su comparecencia pública en la que ha anunciado su dimisión. «La experiencia de mi gobierno termina aquí. Asumo toda la responsabilidad de la derrota», ha añadido. Esta tarde, Renzi se reunirá con el presidente italiano, Sergio Mattarella, quien deberá decidir si encarga la formación de Gobierno a un nuevo candidato.
“El sistema político italiano es conocido por su inestabilidad y por los grandes obstáculos que plantea a la hora de realizar reformas de calado”, recuerdan los expertos de Fidelity. Tras las últimas encuestas que ya anticipaban el resultado, Matteo Renzi había intentado desvincular su futuro político del resultado final del referéndum, dejando entrever cierto arrepentimiento en sus palabras asegurando que dimitiría si su propuesta fracasaba, tal y como ha sucedido finalmente. Sin embargo, la votación ha terminado finalmente con su dimisión, lo que derivará en la convocatoria de nuevas elecciones, algo que podría impulsar sobre todo al Movimiento Cinco Estrellas de Giuseppe Grillo, de corte populista y que ya se impuso en las elecciones municipales de ciudades clave como Roma y Turín. “Irónicamente, este partido se beneficiaría con el nuevo sistema electoral, ya que no tendría que formar coaliciones con otros partidos” para gobernar, indican desde Fidelity. Los más agoreros, como expertos internacionales que, por cierto, tampoco acertaron en el Brexit o la victoria de Donald Trump en las presidenciales de EEUU, han hablado incluso de la posibilidad de que el fracaso de Renzi acabe con la salida de Italia de la Zona Euro. Frente a ellos, Maria Municchi, especialista de inversiones adjunta del equipo Multi-Activos de M&G Investments, considera que “quienes son ajenos a la política italiana parecen pensar que un rechazo de la reforma constitucional conllevaría el riesgo de niveles sin precedentes de inestabilidad política. Sin embargo, Italia ha tenido 63 gobiernos y 27 primeros ministros en los últimos 70 años, y un rechazo a las reformas propuestas no significaría más que una continuación de dicha trayectoria inestable”. A su juicio, “es posible que un sistema político más ajustado y centralizado pueda propiciar el crecimiento en el futuro, pero la historia nos enseña que la política y la economía no siempre van de la mano”, tal y como se observa en el siguiente gráfico de la firma. 
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