Tras la entrada en escena de las autoridades monetarias de la Zona Euro y China, esta semana es el turno de la Reserva Federal (Fed), el jueves, y del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés), el viernes. El mercado no descarta que éste último siga los pasos acomodaticios de los dos primeros y anuncie más apoyos para la economía, mientras que se espera que Janet Yellen mantenga su discurso dovish retrasando una vez más la subida de tipos, que ya no se aguarda hasta el año que viene.
Y es que, el consenso otorga una probabilidad del 6% a un repunte del precio del dinero este miércoles, del 34% en diciembre, cerca del 60% en abril de 2016 y por encima del 70% ya en junio del próximo ejercicio. Con todo, los expertos revisarán con lupa las palabras de la Fed tanto sobre la economía norteamericana, como sobre el contexto internacional, para tratar de extraer pistas sobre cuándo podría iniciarse la normalización de la política monetaria.
"Los bancos centrales son ahora una parte importante en el mercado, uno de sus más relevantes operadores que puede inclinar la balanza hacia el lado comprador o vendedor", recuerda el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano. Por tanto, anticipar sus decisiones es clave, pues, "desde hace ocho años, tienen como objetivo a estabilidad financiera identificada con mercados alcistas". Ahora bien, reconoce, no es difícil que algunos economistas adviertan sobre el riesgo que supone para dicha estabilidad financiera el mantenimiento de una política monetaria demasiado laxa durante un tiempo demasiado largo.
¿Cómo encuadrar esta contradicción? "Precisamente bajo la variable tiempo. En el primer caso, la política monetaria ofrece tiempo para que otras políticas resuelvan los problemas de fondo; en el segundo, si este tiempo no es utilizado para aplicar estas reformas y ajustes pendientes, los excesos en política monetaria se convertirán en un riesgo añadido adicional", explica.
Por otra parte, en China se celebra la reunión de cuatro días del Partido (que ha comenzado este lunes) y de la que saldrá el nuevo plan quinquenal (2016-2020) cuyo objetivo será reducir el papel del Estado en la economía, así como dirigir la transición hacia un nuevo modelo de crecimiento más basado en el consumo y menos en la inversión (deuda).
"Aunque no se espera que se anuncien grandes programas de estímulo, sí que es previsible que las autoridades sugieran medidas para impulsar la economía. Estaremos atentos a las previsiones de PIB y a posibles avances en reformas (sector financiero, empresas públicas)", afirma Renta 4.
Cinco días cargados de referencias
Más allá de los bancos centrales, la agenda de los inversores está plagada de datos macroeconómicos esta semana. Empezando este lunes con el Índice IFO de confianza en Alemania (108,2 frente al 107,8 estimado) y las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos (-11,5% vs. -0,4% previsto); y continuando el martes con el agregado monetario M3 de la Zona Euro, el PIB del tercer trimestre en Reino Unido y nuevos indicadores manufactureros y de construcción al otro lado del Atlántico.
El miércoles, además de ser el turno de la Fed, conoceremos el índice GFK de confianza del consumidor en Alemania; donde el jueves se divulgará el IPC de octubre (también en España), que compartirá protagonismo con los índice de confianza de la Comisión Europea (CE) y la primera estimación del PIB del tercer trimestre en Estados Unidos.
Finalmente, la decisión de BoJ cerrará la semana junto al dato de crecimiento del mismo periodo en España y la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan.
En el plano empresarial, conoceremos los resultados del tercer trimestre de las siguientes cotizadas españolas: Dia (martes), REE, Ebro Foods, Mediaset y Abertis (miércoles), Santander y Ferrovial (jueves), BBVA, Acciona, Popular, BME, Acerinox e IAG (viernes).
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