La volatilidad del mercado de valores de febrero tuvo un impacto limitado en otras clases de activos, más allá de la renta variable, como los bonos. Los vaivenes en los mercados de renta fija en los Estados Unidos siguen siendo bajos desde una perspectiva histórica, y es, según apunta desde AXA IM, -junto a las políticas de QE- uno de los factores que mantiene la prima de los bonos estadounidenses baja. Estos expertos apuntan que la incertidumbre de la política monetaria explica «la volatilidad de los bonos», es decir, antes la incertidumbre era más alta y en el pasado tendía a aumentar al acercarse a los puntos de inflexión en el ciclo de tipos. Desde una perspectiva más larga, una normalización de la incertidumbre en línea con los estándares históricos puede mover en torno a 60 puntos básicos (bps) de acuerdo con las métricas de la gestora. Sin embargo, un ciclo de subidas de tipos muy gradual llevado a cabo por la Reserva Federal limitaría «el alza actual de la volatilidad, siempre que el nuevo presidente, Jerome Powell, mantenga una estrategia de comunicación en línea con su predecesora». Después del reciente aumento de las expectativas de inflación en Estados Unidos, se observa que los mercados ahora tienen un precio más justo. Históricamente se necesitaba una tasa de inflación por encima del 3% para que el mercado pasara a un modo de alta inflación. Actualmente, nuestro el pronóstico de estos expertos es que el IPC «aumente durante el año a un promedio de 2,6%», reflejando principalmente los precios más firmes del petróleo y un dólar más débil. En pocas palabras, solo ven un potencial moderado «para el punto de equilibrio de la inflación con respecto a los niveles actuales».
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