El potencial de Wall Street, a examen

Con subidas acumuladas superiores al 1% en lo que va de año, con "permiso" de la incertidumbre sobre la política de la autoridad monetaria, la debilidad de la economía de China y los emergentes y el hundimiento del petróleo, el S&P 500 cotiza muy cerca del precio objetivo medio que le otorga el consenso entre los 2.100 y los 2.200 puntos.

Técnicamente, Citi sitúa la primera resistencia a batir por el principal selectivo del mundo en los 2.120 puntos (el soporte, lejos, en los 1.860). Niveles semejantes maneja Renta 4, que apunta al rango comprendido entre los 1.800 y los 2.150 puntos.

Recuerda el estratega en España del broker estadounidense, José Luis Martínez Campuzano, que son las "frías estadísticas" las que dominan ahora los mercados, y éstas nos dicen lo siguiente: "Que los riesgos de la inseguridad tienen un coste mayor a medio y largo plazo que a corto; que los bancos centrales van a ser muy prudentes a la hora de gestionar los riesgos de estabilidad financiera; que el escenario macro/liquidez presiona claramente al alza los precios de los activos financieros".

Una tríada sobre la que "entenderán que las Bolsas, especialmente la norteamericana, vayan dirigidas a intentar los niveles máximos del año". ¿Después? Este experto reconoce que no es tan optimista, pero eso lo veremos ya "bien entrado 2016, aún estamos lejos", concluye.

Poca confianza tienen también los analistas de Capital Economics en el potencial futuro del S&P 500. Su previsión pasa por un cierre en los 2.200 el año que viene y en los 2.300 en 2017. Estimaciones, explican, "ampliamente consistentes con el promedio de rendimientos reales anuales cercanos al 5% tras tener en cuenta dividendos e inflación".

Más adelante, de hecho, apuestan también por una posible "decepción", pues "la rentabilidad real de la renta variable podría ser insignificante o incluso negativa, incluso si tanto si ratio precio/beneficio como sus márgenes de beneficio consiguen volver a sus promedios de largo plazo". Una reversión, consideran, "poco probable, ya que los niveles de equilibrio de esas dos variables han aumentado". Aún, así, sin tener en cuenta esto, los dos indicadores parecen bastante "estirados ya". En consecuencia, prevén que el retorno real anual promedio de la próxima década caiga muy por debajo de la media a largo plazo del 6%.

Por su parte, Amundi señala que, mientras el PER del mercado estadounidense no se encuentra en "territorio de excesos", el ciclo de ganancias parece ya "bastante maduro, la disminución de los márgenes ha comenzado). En general, la Bolsa norteamericana podría repuntar, pero sin hacer nada milagroso". Esta fase pide un estilo de inversión basado en la "calidad y la búsqueda del rendimiento sostenible".

En este sentido, desde Barclays recuerdan que, más allá de un ciclo alcista de los tipos de la Fed, en contraposición a la política ultra-acomodaticia del Banco Central Europeo (BCE), sumado "a un crecimiento del beneficio por acción (BPA) superior deben fomentar el liderazgo de las acciones no estadounidenses". 

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