La industria de los videojuegos avanza hacia formatos más narrativos, donde la literatura y la interactividad se dan la mano.
En ese punto se sitúa eShodo, una plataforma que permite desarrollar y distribuir visual novels, relatos digitales que combinan ilustración, música y decisión del jugador para generar experiencias inmersivas.
Al frente del proyecto están Enrique y Alexis Sans, padre e hijo, que han unido experiencia profesional y visión emprendedora para consolidar un modelo diferente dentro del ecosistema del gaming. Su liderazgo ha marcado el crecimiento de la compañía y refuerza la apuesta por una narrativa interactiva abierta a nuevos perfiles creativos.
La propuesta de eShodo se articula como un espacio colaborativo en el que escritores, ilustradores y compositores pueden trabajar juntos. La compañía persigue reducir las barreras técnicas habituales del sector y ampliar el acceso a la creación de videojuegos narrativos, fomentando así la diversidad de propuestas y voces.
Un ejemplo de esta filosofía es Lost Elite, una de las primeras visual novels desarrolladas en la plataforma. El título ilustra cómo el modelo de trabajo compartido permite materializar proyectos ambiciosos y atraer comunidades interesadas en nuevas formas de contar historias.
Es posible acceder al primer capítulo de forma gratuita, y luego el acceso se monetiza a través de mecenazgo (Patreon) y ventas premium en plataformas como Steam, App Store o Google Play, además de contenido exclusivo, objetos coleccionables y eventos digitales que refuerzan la conexión con la comunidad.
En 2025, eShodo cerró una primera ronda de 170.000 euros para su desarrollo comercial inicial de Lost Elite, orientada a fortalecer comunidad y lanzar versiones localizadas.
Ahora están en búsqueda de una ronda de 2,5 millones de euros para contratar más talento, escalar producción y consolidar una plataforma que, en el futuro, abrirá su herramienta a otros creadores para replicar este ecosistema narrativo.
Con este enfoque, eShodo aspira a consolidarse como un actor relevante en la convergencia entre literatura, videojuegos y cultura digital, un terreno donde la innovación narrativa tiene cada vez mayor protagonismo.