El masivo apagón del pasado 28 de abril en la Península Ibérica sigue bajo análisis. La Red Europea de Redes de Transporte de Electricidad (Entso-e) ha confirmado que, tras las primeras desconexiones, la tensión eléctrica superó los límites operativos en gran parte de la red de transmisión española.
En un comunicado publicado este martes, Entso-e ha difundido una cronología preliminar de la «compleja secuencia de hechos» que llevaron al cero energético. La versión definitiva se incorporará a un informe técnico que incluirá un análisis en profundidad y recomendaciones operativas.
Poco después del incidente, Entso-e creó un grupo independiente de expertos europeos, excluyendo a los países afectados, para liderar la investigación. Entre los primeros hallazgos, la red ha identificado dos periodos de oscilaciones de frecuencia y potencia registrados en la zona síncrona de Europa continental: uno entre las 12:03 y 12:07 y otro entre las 12:16 y 12:22.
Durante este segundo episodio, la tensión eléctrica se situó entre 390 y 420 kilovoltios, todavía dentro del rango operativo, pero con desequilibrios persistentes en la red. En ese momento, España mantenía un flujo de exportación de electricidad de 1.000 MW a Francia, 2.000 MW a Portugal y 800 MW a Marruecos.
La secuencia crítica comenzó a las 12:32:57, con las primeras pérdidas de generación registradas en el sur del país. Según Entso-e, esto provocó una subida de tensión en la red española y, posteriormente, en la portuguesa, mientras la frecuencia disminuía.
Otros organismos han aportado sus propias conclusiones sobre el origen del apagón. El Ministerio para la Transición Ecológica atribuye el fallo a una sobretensión de origen multifactorial. Por su parte, Red Eléctrica sostiene que el apagón podría haberse evitado si las centrales responsables de garantizar capacidad de tensión hubiesen cumplido sus obligaciones.
En una tercera versión, Aelec —la asociación que agrupa a Endesa, Iberdrola o EDP— señala en un informe que el incidente fue consecuencia de un fallo grave en el control de tensión, debido a la falta de programación operativa de Red Eléctrica y a la escasez de plantas activas en el sistema.