La fotografía del mundo de la inversión sigue bastante clara. Así lo visualizan los economistas de Schroders , Keith Wade, Azad Zangana y Craig Botham, puesto que consideran que la fortaleza continuada de los indicadores adelantados y el anuncio de una expansión presupuestaria más acentuada en hace que revisen «al alza» sus previsiones de crecimiento global para 2018 hasta el 3,5%. Sin embargo, apuntan, es probable que «un crecimiento más sólido se traduzca en una mayor inflación, especialmente en EE. UU., donde se han generado presiones cíclicas». En esta línea, se espera que la Reserva Federal estadounidense suba los tipos «cuatro veces en 2018» y en dos ocasiones en 2019, en un contexto de impulso derivado de la política presupuestaria. Como consecuencia, en cuanto al mercado de divisas, «el dólar podría reforzarse, incluso ante la vuelta de los dobles déficits». El análisis de hipótesis de la gestora muestra que «los riesgos extremos se orientarían hacia un escenario estanflacionista y reflacionista; ambos conllevan una mayor inflación respecto de la hipótesis de referencia». Nuevo entorno para Europa con más crecimiento La economía de la zona euro avanza viento en popa, desde el punto de vista de los expertos. Así pues, la demanda interna sería «el catalizador principal del crecimiento, mientras que la recuperación del comercio mundial continúa sorprendiendo al alza». En el marco de su actualización de previsiones, han revisado al alza el crecimiento una vez más, aunque «se espera que la inflación se sitúe en niveles algo más moderados debido a la apreciación del euro«. En paralelo, el Banco Central Europeo está allanando el terreno para endurecer su política.
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