El euro subió este viernes hasta los 1,1650 dólares, apoyado por una mejora del ánimo inversor y el repunte del apetito por el riesgo tras resultados corporativos positivos en Estados Unidos y señales de división en la Reserva Federal (Fed) sobre la política de tipos.
A las 15.00 horas GMT, la moneda única cotizaba en 1,1653 dólares, por encima de los 1,1590 dólares del cierre anterior en Europa. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio de referencia en 1,1650 dólares.
Los mercados reaccionaron al alza después de que varias empresas estadounidenses presentaran resultados mejores de lo esperado, lo que favoreció la rotación hacia activos de riesgo y provocó una salida de capital del dólar, considerado valor refugio en tiempos de incertidumbre.
A esto se sumó un inesperado repunte de la confianza del consumidor en Estados Unidos durante julio, lo que reforzó el entorno optimista.
Las tensiones internas dentro de la Fed han alimentado la volatilidad. Christopher Waller, gobernador del banco central estadounidense, se mostró a favor de bajar los tipos de interés este mes debido a los riesgos sobre el empleo y el crecimiento. Esta postura contrasta con la de Jerome Powell y otros miembros del comité, que defienden la prudencia.
Mientras tanto, en Europa, la firma Allianz advirtió de que la apreciación del euro y el aumento de la rentabilidad de la deuda a largo plazo podrían llevar al BCE a moderar el ritmo de contracción cuantitativa. Según sus previsiones, una pausa en la retirada de liquidez reduciría en 20 puntos básicos los tipos de interés de la deuda a largo plazo.
El euro operó en una banda entre 1,1612 y 1,1667 dólares, consolidando así su fortalecimiento frente al dólar.