Europa busca en Mercosur su nuevo aliado comercial

La ofensiva comercial de Estados Unidos lleva a Europa y Mercosur a acelerar su tratado de libre comercio.
Fotografía de la firma del acuerdo Fotografía de la firma del acuerdo
Imagen: UE

La reciente ofensiva arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reactivado los esfuerzos para llevar adelante el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur. Este tratado, que lleva en negociaciones veinticinco años, fue firmado oficialmente en diciembre de 2024. Sin embargo, aún espera su ratificación, y la coyuntura internacional podría hacer que se acelere.

El bloque Mercosur, que incluye a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, se reúne el viernes en Buenos Aires. Allí discutirán, entre otros temas, el estado del acuerdo con la UE y cómo avanzar en su implementación. «Todos reconocemos que esta dificultad, que puede afectar al comercio internacional, debe llevarnos a apurar las discusiones en favor de Mercosur», afirmó Éric Lombard, ministro francés de Economía, quien subrayó que aunque no se han reunido todas las condiciones, el trabajo sigue su curso.

Francia, uno de los principales opositores al acuerdo debido a las presiones de su sector agrícola, ha empezado a replantear sus prioridades geopolíticas. Aún así, mantiene exigencias como cláusulas de salvaguarda y garantías ecológicas. «Las condiciones no están reunidas, pero seguimos trabajando», añadió Lombard. Desde Brasil, su homólogo, Fernando Haddad enfatizó que el acuerdo es fundamental más allá del comercio; permite que defensores de la democracia y la sostenibilidad se unan en favor del multilateralismo.

La ratificación de este acuerdo entre la UE y Mercosur podría afectar a cerca de 800 millones de consumidores, eliminando más del 90 % de los aranceles entre ambos bloques. Además, incluye disposiciones sobre desarrollo sostenible, derechos laborales y cooperación técnica. Su validación está a la espera en los parlamentos de los 27 países de la UE y los cuatro de Mercosur. Alfredo Fratti, ministro uruguayo de Ganadería, Agricultura y Pesca, ha respaldado el acuerdo, viéndolo como un posible cambio significativo para su sector.

A pesar de los obstáculos técnicos, como los criterios de trazabilidad y el impacto del impuesto europeo al carbono, el clima político parece haber mejorado. Haddad rechazó el proteccionismo disfrazado de preocupaciones climáticas: «Deben tomarse medidas no con fines proteccionistas para el comercio, sino con fines protectores del medio ambiente». Las decisiones globales, especialmente las de Trump, refuerzan la necesidad de estrechar los lazos entre Europa y América del Sur.

Por último, Haddad resumió la situación indicando que los países tienen dos opciones: «Podemos tener una práctica muy defensiva para frenar el acuerdo o verlo como una forma de coordinar y dar valor a nuestra cadena productiva, buscando un equilibrio que evite guerras y migraciones». Estas declaraciones reflejan un nuevo enfoque en las relaciones internacionales, centrado en la cooperación y el beneficio mutuo.

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