La actividad económica de la zona euro ha repuntado en julio al ritmo más alto de los últimos once meses, según el índice PMI publicado este jueves por S&P Global. El indicador, elaborado para el banco HCOB, se ha situado en 51 puntos, por encima del umbral de expansión y del dato de junio, que fue de 50,6.
Este avance se explica por la estabilización en la demanda de nuevos pedidos, que rompe una racha de trece meses consecutivos de contracción. El sector servicios lidera la mejora, mientras que la industria manufacturera también crece, aunque con menor intensidad que en el mes anterior.
Los pedidos realizados en servicios compensan la caída de los del sector manufacturero, donde también se observa una nueva bajada de pedidos de exportación. Aun así, el empleo encadena cinco meses en positivo, impulsado por la creación de puestos en servicios. En industria, la destrucción de empleo se reduce al nivel más bajo desde junio de 2023.
El volumen de pedidos pendientes volvió a caer en julio, aunque de forma marginal. La moderación se mantiene por segundo mes consecutivo y marca el nivel más débil desde abril del año pasado.
En cuanto a los precios, los costes de los insumos continúan al alza, pero la inflación se ha moderado a su mínimo en nueve meses. Los precios de venta, por su parte, se mantienen estables.
«El pronóstico en tiempo real del PIB sugiere un sólido crecimiento económico para el tercer trimestre», señala Cyrus de la Rubia, economista jefe de HCOB.
Según el experto, mientras Alemania podría registrar un ligero crecimiento, Francia podría sufrir una leve contracción, en parte por la incertidumbre política.