El secretario de Exteriores de Filipinas, Enrique Manalo, afirmó este lunes tras reunirse con la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, que el país espera una «rápida finalización» del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE), en medio de unas negociaciones estancadas durante años y relanzadas el pasado.
«Tomando nota del firme compromiso de ambas partes con el avance de las negociaciones, expresé la esperanza de Filipinas de contar con el apoyo continuo de la UE y sus Estados miembros para la pronta conclusión de las negociaciones del tratado de libre comercio global, equilibrado y moderno», dijo Manalo durante una rueda de prensa en Manila posterior al encuentro.
Filipinas y la UE reforzaron este lunes sus vínculos con la formación de un diálogo sobre seguridad y defensa, en plena disputa territorial entre Manila y Pekín en el mar de China Meridional.
Manalo afirmó que las negociaciones «también se centraron en otros aspectos clave de nuestras relaciones bilaterales, sobre todo en la cooperación económica».
«La Unión Europea es un socio ambicioso, fiable, predecible y creíble para Filipinas, y vemos un gran potencial para profundizar aún más nuestra cooperación», señaló por su parte Kallas.
El primer intento de cerrar un acuerdo de libre comercio entre las partes tuvo lugar en 2015 pero quedó paralizado en 2017, en medio de la preocupación europea en relación con el Gobierno del entonces presidente Rodrigo Duterte (2016-2022), ahora detenido en La Haya por orden de la Corte Penal Internacional (CPI).
El deterioro de los derechos humanos en Filipinas y la sangrienta guerra contra las drogas del exmandatario, que llevaron a la CPI a ordenar su arresto y acusarle de crímenes contra la humanidad, y el acercamiento de Manila a Pekín, desataron la inquietud en Bruselas.
La UE reconoció el «cambio de rumbo» en el país asiático con la llegada del actual presidente, Ferdinand Marcos Jr., por lo que decidió reanudar las negociaciones con Filipinas.
Tanto la UE como países asiáticos diversifican sus rutas comerciales a causa de los aranceles impuestos por Estados Unidos a sus principales socios comerciales. Además de Filipinas, Bruselas también ha impulsado recientemente conversaciones con Tailandia, Malasia o Indonesia.