El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a los gobiernos a reforzar la eficiencia del gasto público como vía para impulsar el crecimiento sin aumentar la deuda.
Según su último Monitor Fiscal, la mayoría de los países no aprovecha de forma óptima sus presupuestos, lo que limita su capacidad de recuperación económica.
El informe advierte de que el crecimiento mundial sigue débil mientras la deuda pública global continúa en ascenso. En 2025 representará una media del 110,2% del PIB, y alcanzará el 111,18% en 2026, con una tendencia al alza hasta al menos 2030.
Grandes desequilibrios
El déficit fiscal también muestra desequilibrios significativos: el G7 cerrará 2025 con un 5,6%, la zona euro con un 3,2% y el promedio global se situará en el 4,6%, según los cálculos del Fondo.
El FMI sostiene que redireccionar el gasto público hacia sectores que aumenten la capacidad productiva, como infraestructuras o educación, puede elevar de forma sostenida el crecimiento.

Un incremento del 1% del PIB en inversión en infraestructuras se asocia a un aumento del 1,5% del PIB en economías avanzadas y del 3,5% en emergentes. En el caso de la educación, las mejoras alcanzan el 3% y 6%, respectivamente.
«No se trata de elegir entre gasto que promueva el crecimiento o el que fomente la equidad. La inversión y la educación pueden reducir con eficacia la desigualdad de ingresos», señala el documento.
Presiones sobre las finanzas públicas
El informe advierte de que el aumento del gasto en defensa, junto con el envejecimiento de la población y las altas tasas de interés, añade presión a las finanzas públicas. En las economías avanzadas, las partidas más rígidas son sanidad, educación y protección social; en los mercados emergentes, inversión pública, defensa y orden público.
El FMI recomienda que el incremento del gasto militar en la Unión Europea vaya acompañado de mecanismos de licitación más transparentes y competitivos.
Reformas institucionales y eficiencia
El Fondo estima que existen brechas de eficiencia del 31% en economías avanzadas, 34% en mercados emergentes y 39% en países en desarrollo, reflejo del margen de mejora en el uso de los recursos.
«Para aumentar la eficiencia del gasto, los países deben fortalecer sus instituciones, combatir la corrupción y mejorar la rendición de cuentas mediante controles sólidos y presupuestos públicos transparentes», subraya el FMI.
El organismo anima, además, a emplear herramientas de evaluación del gasto, especialmente en países con capacidad administrativa limitada, como vía para aumentar la productividad del gasto público sin comprometer la sostenibilidad fiscal.