El Fondo de Pensiones Global del Estado noruego, el mayor fondo soberano del mundo, presentó un beneficio de 698.000 millones de coronas (59.000 millones de euros) en el primer semestre, impulsado por las acciones del sector financiero.
Las acciones del fondo, que invierte los ingresos del gas y del petróleo noruegos en el extranjero, obtuvieron un rendimiento medio del 5,7% en ese período, apenas un 0,05% por debajo del índice de referencia.
«El resultado se ha visto empujado por los buenos beneficios en el mercado bursátil, en especial en el sector financiero», resaltó Nicolai Tangen, director ejecutivo del Norges Bank Investment Management (NBIM), el banco público que lo gestiona.
Las acciones financieras rindieron por encima del 16%, con los bancos europeos como protagonistas, «gracias a las expectativas de un aumento del gasto público y una rentabilidad saludable», según el balance semestral.
Los títulos de telecomunicaciones también destacaron, con un rendimiento medio del 13,3%, apoyado por ingresos estables y nuevas oportunidades asociadas a la inteligencia artificial.
En renta fija, el rendimiento medio fue del 3,3%, mientras que en el sector inmobiliario fue del 4%.
Pese al buen resultado, el valor total del fondo se redujo en 156.000 millones de coronas noruegas (13.077 millones de euros), hasta situarse en 19,59 billones de coronas (1,64 billones de euros), debido a la apreciación de la corona noruega frente a otras divisas.
El fondo mantiene el 70,6% de su cartera en acciones, el 27,1% en renta fija y el 1,9% en inmobiliario.
Durante la presentación de resultados, la dirección del fondo abordó la polémica sobre sus inversiones en empresas israelíes, tras conocerse que mantenía posiciones en Bet Shemesh, dedicada al mantenimiento de cazas usados en Gaza.
En los últimos meses, el fondo ha vendido acciones de 11 empresas israelíes, por un valor de 400 millones de coronas(33,5 millones de euros), conforme a los criterios del Consejo Ético, que excluye compañías implicadas en conflictos armados o violaciones de derechos humanos.
«Debemos admitir que la compañía debía haber sido categorizada como inversión de alto riesgo antes», dijo Tangen.
El director ejecutivo también anunció que el fondo seguirá desinvirtiendo en firmas israelíes, y que solo mantendrá posiciones en compañías que formen parte del índice de referencia y sean supervisadas internamente.
Estas revelaciones provocaron una reunión urgente del ministro de Finanzas, Jens Stoltenberg, con la cúpula del NBIM. Stoltenberg declaró a la televisión pública NRK que se tomarán «más medidas» a corto plazo sobre la política inversora del fondo.
«No tengo ningún plan de dimitir, ni siquiera lo he considerado», afirmó Tangen en rueda de prensa.